Los vecinos piden al gobierno que restrinja el acceso a la calle en ciertos momentos del día
Un habitante creó una cuenta de Instagram que muestra los comportamientos no deseados de los turistas que invaden su privacidad
En París, la calle Rue Cremieux se convirtió en una parada casi obligatoria para los visitantes que deseen causar envidia con sus fotos en redes sociales.
Sin embargo, los residentes de esa fotogénica calle ya están hartos de los visitantes, por lo que pidieron al ayuntamiento que restrinja el acceso en ciertos momentos del día con la instalación de una puerta que pueda cerrarse en las horas pico, en las noches, los fines de semana, al amanecer y al atardecer, y cuando la buena luz atrae a las personas que buscan una foto perfecta de Instagram.
Un vecino de la zona creó una cuenta de Instagram que registra todas las actividades no deseadas en la calle, informó La Nación.
“Nos sentamos a comer y afuera tenemos personas que están tomando fotos, raperos que están dos horas para filmar un video justo debajo de nuestra ventana o despedidas de soltera que gritan durante una hora. Francamente, es agotador”, declaró un vecino a la radio France.
Al respecto, la bloguera Morton declaró a la BBC que fue testigo de muchos comportamientos inaceptables por parte de usuarios de Instagram cuando visitó lugares muy bellos en Islandia, Venecia y en Machu Picchu, Perú.
“Me detuve en un mirador con mi novio y señalé ejemplos de todas las fotos clásicas de Instagram que se realizan al mismo tiempo en las terrazas”, describió.
“Nos quedamos de pie y esperamos mientras una mujer tenía a su pareja tomando decenas de fotos en diferentes poses, bloqueando todo el camino. Así que me cansé y caminé frente a la cámara para pasar”, recordó.
Para la bloguera la aplicación no es el problema, pues ésta inspira a las personas a viajar por el mundo, lo que es realmente grave es “entrometerse en la propiedad privada, acaparar los puntos de fotos para que nadie más pueda disfrutarlos o tomarse selfies mientras posas en unas 100 tomas diferentes, o aventurarse en barandas para una mejor imagen, no está bien”, sentenció.
“Hazlo con un poco de cortesía y respeto por los dueños de casas, otros visitantes y el medio ambiente”, concluyó la mujer.
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