Acusan que el único mérito del directivo es ser “ahijado” del gobernador del estado
El director del Instituto estatal de Cancerología Dr. Arturo Beltrán no cuenta con una especialidad en oncología, tal como lo dicta el decreto 172 de creación del hospital como organismo público descentralizado
Los directivos del Instituto estatal de Cancerología Dr. Arturo Beltrán (Iecan) no solo cambiaron medicamentos de patente por fármacos inapropiados para la aplicación de quimioterapias, lo cual provocó la muerte de dos niños con cáncer.
También cuentan con personal médico y enfermeras que no tienen especialidad en oncología, entre ellos destaca el propio director del hospital, Jorge Eblem Azar Silvera.
Además, el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, omitió hacer declaraciones al respecto después de que el semanario Proceso diera a conocer el caso de la muerte del segundo niño que fue sometido a procedimientos de quimioterapia con medicamentos genéricos de baja calidad.
Esto se suma al hecho de que el personal que labora en el Iecan carece de conocimientos y especialidad en oncología, lo cual viola el decreto 172 de creación del hospital como organismo público descentralizado emitido en 1998.
En su artículo octavo, dicho decreto señala que el director será designado por el gobernador en turno, siempre y cuando se considere el requisito de ser una persona de “reconocidos méritos y experiencia en las disciplinas médicas así como poseer grado académico o estudios de postgrado en la especialidad de Oncología”.
Sin embargo, el actual director del Iecan, Jorge Eblem Azar, carece de estudios de posgrado en oncológica y su cédula profesional 5650429 de la universidad privada La Salle, lo acredita con la especialidad en “ginecología y obstetricia”, según un reporte oficial del registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública.
Así, médicos y trabajadores de dicho hospital señalan que el único mérito de Azar Silvera es “ser ahijado” del gobernador Astudillo y su esposa, Mercedes Calva Elizundia, actual presidenta del sistema DIF en la entidad.
Esta situación se repite en más de 20 trabajadores, entre médicos y enfermeras, quienes no cuentan con dicha especialidad, tal como lo marca la normatividad, quienes laboran en el hospital que recibe subsidio del gobierno federal a través de la Secretaría de Salud.
Estos trabajadores no solamente realizan el diagnóstico y la aplicación de tratamientos contra el cáncer a niños y mujeres sin tener el conocimiento necesario para ello, sino que también hacen dictámenes de patología, sicología, radiología, urología, endoscopías y anestesia.
Otros de los trabajadores que laboran violando las normas son: Gerardo Barrera Estrada, quien tiene la cédula 8200639 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro); Evelyn Margarita Morales Flores, quien solo tiene la cédula 7647705 que la avala como médico cirujano por la misma universidad, quien incluso atendió al niño Francisco Evangelista del Carmen, de 10 años, quien falleció en el hospital tras recibir quimioterapias con medicamentos genéricos de baja calidad.
Sumado a ellos, está la doctora Dulce Karina Peña Galindo, médico cirujano por la Universidad Autónoma de Sinaloa con cédula 4725297 y Marco Antonio Rodríguez Jiménez, médico cirujano con cédula 0488538 de la UNAM.
Lee la nota completa en Proceso
Sé parte de la conversación