El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, dijo que resolver el conflicto magisterial el año pasado, abrió un boquete financiero que colocó a la entidad al punto de la quiebra; por ello, en un hecho inédito, pidió al Congreso federal ayudarlo para adelantar el cambio de gobierno.
El gobernador acusó que la Secretaría de Hacienda le recomendó usar el primer trimestre de las participaciones y que ahora hasta le cobra intereses.
Explicó que había 19 mil plazas no reconocidas por la federación hasta enero de éste año y que se pagó a los maestros con las participaciones del gobierno, lo que generó un “boquete” en las finanzas del estado.
Fuente: Milenio
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