La agresión inició luego de que una de las empleadas de la tienda pidió el apoyo de seguridad, presuntamente porque el hombre amenazó con atacarla
La noche del jueves, empleados de seguridad de una sucursal de los supermercados Carrefour en Brasil golpearon hasta matar a un hombre negro, de 40 años de edad.
Por estos hechos, la compañía de tiendas de autoservicio indicó que rescindió el contrato de la empresa que le brinda servicios de seguridad y cuyos empleados asesinaron al sujeto en una de los establecimientos ubicado en la ciudad de Porto Alegre.
De acuerdo con información referida por el portal Excélsior, la agresión inició luego de que una de las empleadas de la tienda pidió el apoyo de seguridad, presuntamente porque el hombre amenazó con atacarla.
A través de redes sociales, se difundieron imágenes de la golpiza que le propinaron los vigilantes a la víctima, quien fue identificado como João Alberto Silveira Freitas.
Al respecto, Carrefour Brasil lamentó profundamente el ataque, al que calificó como una muerte brutal. En este sentido, aseguró que tomó medidas inmediatas para garantizar que los responsables sean castigados legalmente.
Asimismo, señaló que rescindiría el contrato con la empresa de seguridad, además, despediría al empleado que estaba a cargo de la tienda al momento del ataque, y que cerraría el establecimiento en señal de respeto.
En tanto, la Policía Militar sostuvo que “reafirma su compromiso con la defensa de los derechos fundamentales y su vehemente rechazo a todos los actos de violencia, discriminación y racismo”.
Mediante un comunicado, esta corporación también detalló que uno de los guardias de seguridad que estuvo involucrado en la agresión era un policía militar fuera de servicio.
Un fotógrafo de Reuters captó a miembros negros que pertenecen al concejo municipal mientras protestaban frente al supermercado, quienes estarían planeando una manifestación más grande contra el racismo.
Cabe señalar que en Brasil la población negra representan el 64 por ciento de los desempleados. También son quienes mueren más jóvenes y tienen casi tres veces más probabilidades de ser víctimas de homicidio, según datos emitidos por el gobierno en 2019.
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