Escapar es una característica de la familia Guzmán, primero “El Chapo” y luego Iván Archivaldo y Ovidio Guzmán
Tras la liberación de Iván, éste orquestó una intensa movilización para la entrega de su hermano
Uno de los narcotraficantes más famosos y en su momento, uno de los fugitivos más buscados, fue Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. Éste se escapó en varias ocasiones por túneles, detrás de armarios, debajo de bañeras y a través de empinadas quebradas de las montañas de Sinaloa, de hecho, también logró huir de la prisión en dos ocasiones.
Y tal parece que escapar es una característica peculiar de la familia Guzmán, pues recientemente el último miembro de la familia, Ovidio Guzmán López, escapó de una fallida detención por parte del gobierno mexicano, cuando integrantes del Cártel de Sinaloa obligaron a una patrulla conformada por al menos 30 elementos de las fuerzas armadas a dejarlo en libertad.
La rendición de las autoridades mexicanas que se vieron superadas por mucho y hasta tomadas como rehenes por sicarios que exigieron la liberación del joven criminal, terminó en una vergonzosa liberación y humillación al gobierno de México.
En redes sociales, habitantes de Culiacán compartieron videos donde se escuchan las ráfagas de balazos entre militares y sicarios, en otros se aprecia cómo la gente corre para salvaguardarse, así como la quema de varios vehículos que bloqueaban el paso en diferentes puntos de la ciudad.
Tras los hechos violentos y de alta tensión, se informó que después de la captura de “El Ratón”, como le dicen Ovidio Guzmán, su grupo criminal organizó un asalto para que éste fuera puesto en libertad y así evitar su extradición a Estados Unidos.
Fue hasta el día siguiente que supo la verdad, una patrulla era en realidad una operación – mal planeada y fallida – para capturar al hijo de “El Chapo”, reconoció el gobierno a primera hora del viernes.
Durante una conferencia de prensa, informaron que las fuerzas armadas se vieron obligadas a dejarlo ir pues ocho de sus miembros fueron tomados por la fuerza y retenidos como rehenes. Y ante cientos de enemigos que acorralaron la zona, y sin una estrategia clara de salida, los militares cedieron y devolvieron al joven Guzmán.
De acuerdo con un exfuncionario estadounidense y otra persona informada sobre el caso, la fuerza detrás de la rápida y efectiva respuesta del cártel, fue otro Guzmán, el hijo mayor de “El Chapo”, Iván Archivaldo, quien supuestamente también había sido capturado pero en seguida, criminales pertenecientes al grupo delictivo vencieron a las fuerzas armadas y aseguraron su pronta liberación.
Tras ello, el hermano mayor dirigió una sorprendente muestra de fuerza para que liberaran lo antes posible a su hermano, Ovidio Guzmán, según dos personas informadas pero no autorizadas para dar detalles sobre los hechos, no solo hubo soldados tomados como rehenes, sino el secuestro de sus familias.
En ocho horas, el Cártel de Sinaloa salió victorioso y demostró el poder ejercido del crimen organizado en México, lo que resultó ser una gran pérdida para un Ejecutivo federal que siempre ha evitado las dudas sobre su estrategia de seguridad.
La pregunta en torno al caso es si el dominio sobre los militares se convertirá en un punto de inflexión similar para Andrés Manuel, pues mucho de los incidentes ocurridos el pasado jueves, pareciera que fueron escritos por un guionista, empujando los límites de credibilidad.
“Nadie podría imaginar un espectáculo tan malo de Netflix. ¿Esta combinación de capturar al hombre y luego liberarlo? Eso es nuevo”, comentó Alejando Hope, analista de seguridad en la Ciudad de México.
El gabinete de seguridad del Mandatario culpó a los soldados y aceptó que la operación había sido mal planificada, esta situación generó la indignación pública, pues se demostró una deslucida estrategia del gobierno para combatir la ilegalidad.
“Puedo resumir esto como un fracaso de lo táctico a lo estratégico”, dijo Christian Ehrlich, un experto en seguridad de Riskop.
Con la liberación de Ovidio Guzmán por las fuerzas armadas, el gobierno mexicano sufrió una de las derrotas más memorables en sus 13 años de guerra contra las drogas.
“Los eventos en Culiacán se producen después de una semana que comenzó con el asesinato de 13 policías estatales en Michoacán y un tiroteo en las afueras de Iguala, en Guerrero, que dejó 15 muertos. ¿Qué viene después?”, recalcó Raúl Benítez, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
México se había convertido en un experto en capturar a los llamados “kingpins”, quizá la estrategia de seguridad no había frenado la violencia, pero tanto funcionarios mexicanos como estadounidenses se consolaron al saber que se había logrado la captura y extradición de figuras importantes del narco, detalló la publicación Proceso.
Muchos temen que a raíz de este error por parte del gobierno, ahora se vea obligado a aceptar el control del cártel sobre la ciudad y no enfrentarlos.
“Para la gente de Culiacán, el presidente está enviando un mensaje muy duro: el ´cartel está a cargo aquí”, precisó Benítez.
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