Uno de los abogados del Chapo afirma que la vigilancia contra su cliente ha aumentado. Aunque solo le faltaría gozar de un expendedor de daikiris…
Las autoridades penitenciarias han vuelto a endurecer las condiciones de reclusión de Joaquín “El Chapo” Guzmán en el penal de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se encuentra desde el pasado 7 de mayo, según uno de sus abogados.
De acuerdo con el litigante José Refugio Rodríguez, su visita con el capo se programa una vez por semana, con una duración de 45 minutos cada vez. También asegura que su cliente está vigilado todo el tiempo.
“Donde nos entrevistamos con él es un área muy reducida; es un escritorio, una silla prácticamente pegada a la pared de él y otra donde está su servidor, y donde no caben dos o tres gentes, no caben, tiene que estar la gente afuera vigilándonos”, dijo.
“Le exigen que duerma en posición firmes, boca arriba y si durante el sueño se mueve, se tapa la cara o cruza los brazos, lo despiertan”, afirmó.
Estas declaraciones se contraponen con lo que manifestó el comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS), Eduardo Guerrero Durán, quien aseguró que el capo está bien.
“Esta persona no ha sido segregada, ni torturada, ni se han violado ninguno de sus derechos. Estamos asegurándonos que cumplimos con la ley”, señaló.
Añadió: “‘El Chapo’ tiene acceso a familiares, abogados, aire fresco, libros, ajedrez y a la televisión, y puede utilizar una máscara para los ojos para dormir, lo que le permite tener una oscuridad perfecta”.
Fuente: Proceso
Sé parte de la conversación