Los alimentos importados no serían una buena opción para el consumidor, pues requieren de traslado y eso eleva su costo
No es muy competitivo adquirir productos del exterior debido a la diferencia actual entre el peso y el dólar, dijo Anaya
El reciente anuncio del alza en los precios de la gasolina, indica que para 2017 ésta se incrementará entre 15 y 20 por ciento.
Según la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey campus Santa Fe, este aumento podría tener un efecto de crecimiento en la inflación de hasta 1.2 puntos porcentuales.
“No se nos olvide que todos se transportan y también se transportan las mercancías: alimentos, electrodomésticos, consumibles y a eso se suman los pasajeros”, explicó Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía de ese centro.
Para el consumidor esto tendrá un impacto directo en su gasto, es decir, con el incremento la proporción del ingreso destinado a transporte tendrá un aumento proporcional y a medida que se ajusten los precios de producción también habrá un incremento.
La mayor afectación será para quienes estén en el decil cuatro hacia arriba (ingreso corriente promedio trimestral a partir de 20 mil 675 pesos por hogar, según la ENIGH 2014), asegura Tenorio.
Pero el aumento en los combustibles, no sólo tendrá imparto es el precio del transporte, también podría impactar en el precio de los alimentos al consumidor, ya que los combustibles también se requieren para la maquinaria agrícola como los tractores o el traslado de los productos, refirió Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Sin embargo, dijo que el incremento en los precios no sería tan fuerte porque en la cadena de costos de producción, no todos los gastos son combustible.
Los alimentos importados no serían una buena opción para el consumidor, ya que también deben ser trasladados y por lo tanto demandan combustible, lo que incrementará su costo, aseguró Anaya.
Asimismo, no es muy competitivo adquirir productos del exterior debido a la diferencia actual entre el peso y el dólar.
Fuente: Reforma
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