Una persona con baja autoestima es más vulnerable a sufrir este tipo de violencia
El Gaslighting es un tipo de violencia emocional que surge entre la pareja, la cual te puede confundir hasta locura. Esta práctica consiste en darle información falsa a la persona “amada” para que dude de sí misma, de su memoria y que poco a poco pierda la cordura, generando angustia y confusión.
El término proviene de una obra de teatro llamada “Gaslight”, en la que un hombre cambiaba de lugar varios objetos de su casa por las noches para confundir a su esposa hasta llevarla a la locura.
Este tipo de violencia psicológica se relaciona frecuentemente con prácticas que utilizan abusadores, dictadores, narcisistas e incluso líderes religiosos y es que, aunque normalmente forma parte de la violencia entre pareja, también puede ejercerse en otro tipo de relaciones como las laborales.
El Gaslighting es una práctica que permite que el otro defina tu realidad, que te lleva a dudar de los que piensas. En ocasiones quien la padece suele sentir que está exagerando sus emociones solo porque a los demás no les parece grave lo que te sucede.
Regina, de 29 años de edad, comunicóloga de profesión, contó en entrevista para Reporte Índigo la experiencia que vivió junto a su pareja: “Después de las peleas constantes en las que él hablaba por mí en la relación y por ende decidía por mí o cuando me decía que iba a empezar de dramática y cada cosa que yo decía, era como si lo agrediera personalmente porque todo lo malinterpretaba; yo le intentaba explicar, pero él llegaba a decir que no recordaba nada. Y yo lo dejaba pasar, porque si él no se acordaba, para mí significaba que quizá le di mucha importancia a algo que no debía tenerlo”.
De acuerdo con los especialistas, quienes ejercen gaslighting suelen ser conscientes de que están brindando información falsa o que buscan producir confusión, pero no quieren reconocerlo como violencia.
“Tuve que empezar a guardar las conversaciones para que yo me recordara constantemente que me llamó ‘huevona’, ‘loca’, que me acosaba, que me reclamaba por celos con historias que él inventaba. Porque al menos yo así tendría evidencia de algo que él después no recordaría. Solo quisiera haber sabido antes del gaslighting para darme cuenta”, recuerda Regina, quien admite, todavía le cuesta hablar de ello.
De acuerdo con el psicólogo y sexólogo, César Galicia, el gaslight puede presentarse en cualquier relación, pero es más común en las relaciones heterosexuales, donde las mujeres tienden a padecerla más veces, sin embargo, aunque sean los hombres quienes más la ejercen no significa un problema de género.
El gaslighting puede ocasionar momentos de confusión hasta episodios fuertes de angustia, baja autoestima y paranoia.
El experto César Galicia recomienda a las personas que son víctimas de este tipo de violencia, que es importante que se lo hagan notar a quienes se los está ejerciendo, poner límites y confiar en sí mismo. Si el agresor no cambia su comportamiento, lo mejor será alejarse por completo de esa persona por salud mental y psicológica.
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