El avión del estado fue utilizado para ir a ver obras de teatro
Los guardaespaldas aseguran que Javier Duarte duraba hasta 12 horas de fiesta, de las cuales salía tambaleando
Agentes de seguridad del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, narraron sus excesos durante los viajes que realizaba a la Ciudad de México para asistir a comidas, fiestas privadas, centros comerciales e incluso el cine o espectáculos.
Un ejemplo que puso uno de los miembros del equipo de seguridad, era que los llamaban para acompañar a la esposa de Duarte, Karime Macías, para asistir a la Plaza Antara, en la colonia Polanco, para sus visitas al salón de belleza.
“La señora iba dos veces al mes a la Ciudad de México para su peinado y su manicure. Esas cosas nos molestaban a nosotros. Usaban un avión del estado para uso personal. El jefe (Duarte) muchas veces se fue a Europa en el Tajín, también a Estados Unidos se llevaba la familia”, relató un escolta cercano al exmandatario.
“Diamante” y “Esmeralda”, los nombres con los que identificaban a la pareja, fueron a ver la obra de teatro “El Rey León” en uno de sus múltiples viajes, comprando incluso hasta 20 filas de lugares para sus familiares y amigos.
“A Duarte le gustaba más estar en la Ciudad de México porque no lo identificaban tanto, iban mucho a la Plaza Antara, iba en la tarde-noche, cuando había menos gente”, narró otro de los escoltas.
Algunos de los restaurantes que frecuentaban los Duarte era el Estoril, en Polanco, y por las noches era común que eligieran ir a comer tacos en el Tizoncito de Moliére.
En sus visitas a la ciudad, era común verlo comer en la “Fundación Colosio, Casa Portuguesa. Cuando venía se reunía en privado con sus amigos Moisés Mansur Cisneyros —principal prestanombres del exgobernador prófugo de Veracruz—, Jaime Porres y Franky (Francisco García González)”, indicaron los guardaespaldas, quienes también recordaron las fiestas de 12 horas a las que asistía a Polanco y de donde salía “hasta el full” ya que Duarte “no podía ni sostenerse”.
Entre otros detalles de la vida privada de los Duarte, el cuerpo de seguridad también narró el amor de Karime Macías por la equitación, pasión pagada con el dinero de los veracruzanos.
Actualmente, el exgobernador se encuentra prófugo de la justicia y la PGR ofrece una recompensa de 15 millones de pesos por información sobre su paradero.
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