Los niños llevan a cabo un duro trabajo corporal.
Nestlé se compromete a reducir significativamente la explotación infantil a más tardar en 2020.
¿Cuánto trabajo infantil se esconde en una barra de chocolate? No hay cifras exactas al respecto pero la respuesta es clara: demasiado. En las plantaciones de Ghana y Costa de Marfil, principales productores de cacao, trabajan más de 2 millones de niños.
Más del 70 por ciento de los granos de cacao que se venden en el mundo para los fabricantes de chocolate proceden de esas naciones africanas, según el Foro Internacional para los Derechos Laborales (ILRF), con sede en Washington.
Los mayores fabricantes del mundo, como Nestlé, Mars, Ferrero, Lindt & Sprüngli o Hershey, aseguran desde hace años que actúan contra el trabajo infantil, un problema grave en diferentes países. Pero la cifra de niños y niñas que recolectan cacao es cada vez mayor.
Los productores de cacao apenas se embolsan entre el 3% y el 6% del precio final del producto, por lo que no sorprende que los ingresos medios estén diez veces por debajo del nivel de pobreza extrema en países como Costa de Marfil.
Según el último informe de la Coordinadora, África produce el 73% del cacao mundial pero sólo consume el 3% de chocolate, mientras “un puñado de empresas controlan la mitad de los molinos donde se elabora la pasta de cacao”.
En Costa de Marfil el número de niños que trabajan en las plantaciones de cacao aumentó 59 por ciento entre 2009 y 2014, según un estudio de la Universidad Tulane de Nueva Orleans elaborado a partir de encuestas realizadas en 2,300 hogares de Ghana y Costa de Marfil. En Ghana, que cuenta con una mayor estabilidad política, la cifra cayó ligeramente en ese periodo.
La mayor parte del trabajo infantil está oficialmente considerado como “peligroso”. En lugar de ir a clase, los niños llevan a cabo durante muchas horas un duro trabajo corporal. Los más pequeños apenas tienen cinco años. Se ven obligados a arrastrar pesadas cargas y a partir con machetes las vainas de cacao. El riesgo de sufrir heridas es elevado y además los menores se ven expuestos a peligrosos productos químicos.
El negocio del chocolate va viento en popa y desde 2012 los precios subieron en casi un 40 por ciento, ya que la demanda mundial es mayor que la oferta.
“La mayor parte de los productores de cacao vive en una pobreza extrema. Sólo reciben una fracción del precio por el que finalmente se venden los productos de chocolate”, explica recientemente la directora de campañas del ILRF, Abby McGill, en declaraciones al canal estadounidense CBC. Los cultivadores de cacao de África Occidental ganan menos de 2 euros al día, según McGill. Y ese exiguo salario debe repartirse entre numerosos miembros de la familia que trabajan en las plantaciones.
Los fabricantes de chocolate son conscientes de la situación en su cadena de abastecimiento. “Ninguna empresa que utilice cacao de Costa de Marfil puede garantizar que (el trabajo infantil) no juega ningún papel”, reconoció en un comunicado el vicedirector general de operaciones de Nestlé, José López. “La lucha contra el trabajo infantil es de máxima prioridad en nuestra empresa”, agregó.
Los 12 mayores fabricantes del mundo, entre ellos Nestlé, se han comprometido a reducir significativamente el trabajo infantil en las plantaciones a más tardar en 2020.
“Los programas en sí son positivos, pero sobre todo el interés de los propios fabricantes”, apunta McGill. A los cultivadores de cacao esas iniciativas les ayudan sólo de forma limitada. A largo plazo tienen que producirse cambios estructurales en el cultivo y comercio del cacao que rompan el círculo vicioso de la pobreza, señala, pues esa es la verdadera causa del trabajo infantil.
Fuente:NATIONAL GEOGRAPHIC/20minutos
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