La acusaron de secuestrar a una niña, delito que no cometió
Fabricaron pruebas, presentaron testimonios falsos y no desglosaron la investigación del caso
Hace 19 años, María Luisa Villanueva Márquez fue condenada a 30 años de prisión por secuestro. Ha estado casi dos décadas en el Centro Estatal de Readaptación Social Morelos, por un delito que no realizó. Su causa penal con número 06/1998 estuvo llena de irregularidades y no tuvo la mínima posibilidad de defenderse por ser pobre.
Su caso fue retomado por el abogado en derechos humanos Eutiquio Damián Santiago, quien ha luchado durante los últimos 3 años ante el Tribunal Superior de Justicia de Morelos para reconocer la inocencia de la mujer.
“La prueba más contundente de su inocencia que estamos presentando frente a este alegato ante el tribunal es la documental donde acreditamos que la procuraduría detuvo a seis personas por el secuestro del que se le acusa a la señora María Luisa; ellos reconocen que son autores del delito y a quienes se les incautan las joyas que fueron pagadas por el rescate”, afirmó el abogado Damián Santiago.
Villanueva Márquez es una de las decenas de víctimas inocentes del Grupo Antisecuestros el cual operaba en ese tiempo Morelos, liderado por el comandante Armando Martínez Salgado en la gestión de Jorge Carrillo Olea.
El 6 de enero de 1998, María Luisa, a la edad de 21 años, cenaba en el restaurante Porki del poblado Galeana, en Zacatepec, junto con su entonces pareja, Catalino Martínez Jiménez.
Nueve policías con pasamontañas, entre ellos José Gudalupe Reyes Valentino, Fernando Paredes Meza y Edgar Chávez Rodríguez, entraron al sitio y sin ninguna orden de aprehensión la privaron de su libertad: “Yo no sabía por qué se me detenía, sólo sabía que querían dinero para dejarme libre”, dijo la mujer.
María Luisa fue puesta a disposición del Ministerio Público de Cuernavaca y fue sometida a cuatro días de tortura en una casa de seguridad. La ataron de pies y manos, con los ojos vendados: “Los agentes declararon que me detuvieron el 10 de enero, pero fue cuatro días antes, tiempo que utilizaron para fabricarme el delito de secuestro”, aseguró.
Después se enteró que la acusaban de secuestro en prejuicio de la niña Sara Saskia Seligman Carriazo, plagiada el 22 de junio de 1997. Entre las pruebas y declaraciones fabricadas, los agentes presentaron un lote de joyas que pagó la familia de la menor por el rescate y que los agentes hallaron un mes antes de la detención de María Luisa, en manos de otras personas involucradas en el plagio, identificadas por el padre de la niña.
También fabricaron pruebas, presentaron testimonios falsos y no hicieron el desglose del caso de la mujer quien, por ser pobre, ha pasado casi dos décadas en la cárcel por un delito que no cometió.
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