El vehículo causante del accidente circulaba a 130 kilómetros por hora
Haroon había publicado en su perfil de Snapchat una fotografía del velocímetro de su auto marcando 142 kilómetros por hora.
Con tan solo 25 años de edad Joseph Brown-Lartey tenía toda una vida por delante, pero se esfumó en un instante cuando otro auto lo embistió. El vehículo causante del accidente circulaba a 130 kilómetros por hora en una zona residencial en Inglaterra, y tras pasarse un semáforo en rojo golpeó de costado el auto de Brown, que falleció en seguida.
El conductor del vehículo, Addil Haroon, apenas tenía 18 años y fue condenado a una pena de 6 años, lo que para muchos es poco comparado con la gravedad del accidente, ya que a pesar de que cometió varias infracciones le arrebato la vida a alguien por una imprudencia que se pudo evitar.
Ian Brown-Lartey, padre de Joseph aseguró a BBC que la baja condena fue como “ser golpeado en los dientes dos veces”, y calificó el resultado del juicio como “perturbador”, pues no puede dejar de pensar que, cuando salga de la cárcel, Haroon será incluso más joven que su hijo cuando murió. “Perdí a mi hijo y luego el sistema legal me decepcionó” concluyó.
Haroon había publicado en su perfil de Snapchat una fotografía del velocímetro de su auto marcando 142 kilómetros por hora, mientras presumía de ir desde la ciudad de Leeds hasta Rochdale -una ruta de 55 kilómetros- en solo 11 minutos.
Junto con Brake, una ONG que pide por más seguridad en las carreteras, la familia quiere recorrer distintas ciudades de todo el país con la campaña “Justicia para Joseph” para exigir penas más duras para aquellos que, al infringir las Leyes de tránsito, causen muertes o afecten sobremanera la vida de otras personas.
El auto vuelto chatarra se exhibe ahora en Westminster, frente al Parlamento británico para exigir penas más largas a las personas que manejan de manera imprudente.
Fuente:BBC
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