El exmandatario tamaulipeco se hizo pasar por su hermano para no ser identificado
Es perseguido EU por defraudación bancaria, lavado de dinero y transmisión ilegal de dinero, sin embargo en México no hay ninguna investigación en su contra
El prista Eugenio Hernández, exgobernador de Tamaulipas, fue visto el día de ayer paseando por San Pedro, Nuevo León, conviviendo con amigos en un restaurante.
Al exmandatario parece no preocuparle que el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo busque por tres cargos federales.
De acuerdo con el Diario Reforma, Hernández sostuvo un encuentro con al menos cuatro personas en el restaurante El Varietal, en la Plaza GM3, sobre la Avenida Gómez Morín donde descorchó dos botellas de vino tinto que mandó comprar.
El priista llegó al local cerca de las 17:00 horas y se sentó en una mesa colocada en un rincón, ahí, convivió con cuatro personas y hablaron de “asuntos federales”.
Cuando se percataron de la presencia de los reporteros, uno de las personas que acompañaba a Eugenio Hernández se dirigió a ellos para saludarlos e intentar obtener sus nombres y profesión. Pero al no obtener respuesta se marchó del negocio escoltado por dos camionetas Suburban en color blanco y blindadas.
Eugenio Hernández se quedó en el interior del negocio con una tercera persona y posteriormente se dirigió a otra mesa del restaurante donde saludó a otras dos personas y se quedó a charlar con ellos.
El exgobernador fue abordado, al salir del local pero rechazó hacer comentarios fingiendo ser su hermano.
Estados Unidos renovó el pasado 8 de febrero una orden de aprehensión en su contra que existe en ese País desde el 2015.
El priista que fue Gobernador en Tamaulipas del 2005 al 2010, es buscado por el Departamento de Justicia luego de que la Corte Federal del Distrito Sur de Texas, con sede en Corpus Christi, instruyó su captura por lavado y transmisión ilegal de dinero.
Además, fue acusado de mantener vínculos con una red de lavado de dinero de Los Zetas y relaciones con el Cártel del Golfo.
Recientemente se añadió un tercer cargo por defraudación bancaria. Pese a las acusaciones el ex mandatario no es buscado en México por la PGR.
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