Lamentó que su mentor utilice al niño para desahogar sus frustraciones políticas.
El discurso emitido hace unos días por el niño indígena Ángel Jacinto Noh Tun, miembro del parlamento infantil de Quintana Roo, donde condena la nula acción de los diputados estatales en contra del exgobernador Roberto Borge, causó revuelo en redes sociales y también molestia entre algunos miembros de la clase política de esa entidad.
Tal es el caso del exalcalde de Jose María Morelos, Ismael Gómez Tox, quien reconoció la capacidad oratoria del menor, pero también condenó la “tendencia izquierdista” del discurso en contra del exgobernador priista.
El exfuncionario dijo, en entrevista para Noticaribe, que detrás del discurso del niño Ángel Jacinto se encuentra su maestro Raúl Báez, quien lo usó para desahogar sus frustraciones políticas.
Por ellos, Gómez Tox dijo que a los niños “hay que saberlos inducir en cuestiones más positivas”.
“A mi que comprueben que ‘Beto’ Borge es un ratero y yo apoyaría que lo metan a la cárcel”, dijo.
“Si al maestro le duele algo o tiene una propuesta para que México progrese debe usar su propia voz y nosotros también le seguiríamos, es muy penoso quien está detrás del niño porque refleja una frustración, una falta de demostrar una personalidad oculta que se demuestra a través del niño”, dijo.
Jacinto Noh Tun presentó un discurso centrado en acusaciones políticas al ex gobernante Roberto Borge Angulo y además tocó temas de inseguridad y corrupción.
El video del discurso del pequeño subido a redes sociales donde rápidamente se hizo viral.
Jacinto teme por sus estudios
Tras el revuelo que causó su discurso, el diario Luces del Siglo entrevistó a Ángel Jacinto para conocer las condiciones en que vive.
A sus 12 años, Jacinto tiene que caminar para conseguir agua potable y leña seca para cocinar y alumbrarse por las noches, ya que viven en una zona selvática.
Vive con sus padres y seis hermanos, en una comunidad del municipio José María Morelos. Su casa es una choza hecha con madera y lodo con techo de palma, la cual mide cuatro por cuatro metros.
El niño dice que el mejor regalo que podría recibir es que sus hermanos ya no se vuelvan a enfermar, que sus padres no tengan que empeñar sus pocas pertenencias para brindarles atención médica.
Otra cosa que le preocupa es que su padre no tenga un trabajo fijo para que él y sus hermanos puedan ir a la escuela, por lo que sólo tiene la esperanza de estudiar hasta la secundaria, ya que está consciente de que entrar a la preparatoria implicaría más gastos que difícilmente les podrían pagar.
“Nunca festejamos el Día de Niño, a veces el profesor Raúl nos compra un pastel, pero como mañana hay consejo técnico va a viajar y ya nos avisó que se suspende la fiesta”, contó resignado.
Con información de Luces del Siglo y Noticaribe
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