Dos estudios realizados en Estados Unidos y Canadá dan muestra de nuevas evidencias de los impactos de la técnica de fracturación hidráulica en los pozos de agua y su vinculación con los temblores.
En un primer estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, se demostró por primera vez que las operaciones de fracking cerca de la comunidad de Pavillion, en Wyoming, Estados Unidos, han tenido un impacto claro en las fuentes subterráneas de agua potable. El estudio encontró que las prácticas comunes de la industria del fracking han afectado el agua potable de esa comunidad.
De acuerdo con un informe difundido en días pasados en la página web de la prestigiosa universidad, se detalla que “la investigación pinta un panorama de prácticas inseguras incluidas el vertido de fluidos de perforación y producción que contienen diesel, altas concentraciones químicas en pozos sin revestimiento y la falta de barreras de cemento adecuadas para proteger las aguas subterráneas”.
El informe da cuenta que desde 2008, los habitantes de Pavillion se quejaron por el mal olor y sabor del agua potable, e incluso se cuestionaron si esto estaba relacionado con dolencias físicas que presentaban. En este contexto, en el año 2011, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) emitió un reporte preliminar que puso a la pequeña comunidad en el creciente debate del fracking.
El nuevo estudio de la Universidad Stanford fue un paso más allá del realizado por la EPA en 2011, pues documentó no sólo la aparición de productos químicos del fracking en las fuentes subterráneas de agua potable, sino además su impacto en el agua que está haciendo que no sea segura para su uso.
Los investigadores alertan que el efecto dominó “va mucho más de la región de Pavillion”, pues las condiciones geológicas y de aguas subterráneas no son únicas de la zona, lo que sugiere que puede haber un impacto generalizado a las fuentes subterráneas de agua potable como resultado de la extracción de petróleo y gas shale.
Por ello, los autores del estudio, sugieren que para evitar lo sucedido en Pavillion se deben realizar nuevas investigaciones y regulaciones para limitar el fracking superficial y requerir la cementación de cubiertas superficiales, que actualmente no se requieren en Wyoming.
Por otra parte, el estudio “Facturación hidráulica y la sismicidad en la cuenca sedimentaria occidental de Canadá”, difundido por Seismological Research Letters y Desmoblog, demostró por primera vez el vínculo entre la técnica del fracking para la extracción de petróleo y gas con los temblores.
El estudio “confirma que la técnica de perforación horizontal (que en esencia crea un mini temblor subterráneo para abrir fisuras para la extracción de petróleo y gas) es la responsable de los temblores, más allá de lo que ya está canonizado en la literatura científica”.
El estudio explica que aunque ya se sabía que inyección en los pozos subterráneos de fracking puede causar temblores, pero ahora no sólo se trata de de la inyección en pozos, sino que el procedimiento en sí del fracking puede estar vinculado con la sismicidad.
Los investigadores “compararon la relación de 12 mil 289 pozos de fracking y 1 mil 236 pozos de eliminación de aguas residuales con los temblores de magnitud de 3 grados o más en un área de 454 mil kilómetros cuadrados cerca de la frontera entre Alberta y British Columbia, entre los años de 1985 y 2015”, según se explicó en un comunicado del estudio.
Se encontró que “39 pozos perforados con la técnica de fracking (0.3 por ciento del total de los pozos estudiados), y 17 pozos de eliminación de aguas residuales (1 por ciento de los pozos de eliminación estudiados) podrían estar relacionados con los temblores de magnitud de 3 grados o más”.
Reforma energética fomenta el fracking en México
Países europeos prohibieron el uso del fracking en sus territorios y más de 400 condados del país vecino, Estados Unidos, han apostado por su regulación. No obstante, México no está preocupado por la explotación de recursos ni por la contaminaión que provoca el uso de esta técnica.
En la propuesta de reforma energética de Peña Nieto se ignoran los peligrosos aspectos de despojo y daño medioambiental que puede acarrear esta tecnología. Por el contrario, se la ve como una oportunidad de ampliar las reservas energéticas del país.
La Alianza Mexicana contra al Fracking (AMCF), informó de la existencia de 934 pozos de extracción de gas de natural, de esquistos o shale, donde se utiliza la técnica del fracking o fractura hidráulica.
Fuente: Sin Embargo
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