Ambos eran enfermos terminales
Su hija y su yerno documentaron el proceso de la muerte asistida y lo exhibirán para que la gente “cambie de opinión” respecto al tema
Una matrimonio de Portland, Oregón, estuvo casado durante 66 años y, como los dos eran enfermos terminales, decidieron morir juntos en su cama en abril de 2017, luego de ingerir dosis letales de medicamentos obtenidos bajo el auspicio de la ley estatal de Muerte con Dignidad.
Francie, quien tenía 88 años, fue la primera en fallecer, tras 15 minutos su corazón dejó de latir.
Charlie, de 87 años, un respetado médico, murió una hora después, con lo que acabó una dura lucha contra el cáncer de próstata y la enfermedad de Parkinson, la cual le fue diagnosticada en 2012, aseguró el diario británico Daily Mail.
“No tenían remordimientos, ni asuntos pendientes”, afirmó Sher Safran, de 62 años, una de las tres hijas mayores de la pareja.
“Sentí que era su tiempo, y significaba mucho saber que estaban juntos”, añadió.
Se conocieron en Nebraska, contrajeron nupcias el 4 de abril de 1951 y en la década de 1960 fueron misioneros médicos en Miraj, India.
La carrera de Charlie los llevó al sur de California, al estado de Washington, a India y finalmente a Oregon, donde el hombre fue jefe en un hospital local, mientras el matrimonio criaba a tres niñas. Años después, en 2004, se mudaron a un apartamento en una comunidad de jubilados en Portland.
Ahí fue donde los Emericks murieron seis días después de una celebración familiar, la cual incluyó a hijos, nietos, y, a petición de Francie, mucha cerveza de raíz.
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La pareja de ancianos dio permiso para que su hija Safran y su esposo, Rob, documentaran y filmaran sus conversaciones y preparativos hasta su muerte y aunque, en teoría, era un recuerdo sólo para la familia, decidieron editar los clips en un documental llamado “Living & Dying: A Love Story”.
El propósito de la exhibición de este material es “ayudar a las personas a cambiar la manera en que piensan sobre la muerte”, afirmó Safran.
Hace dos décadas, Oregon se convirtió en el primer estado de la Unión Americana en legalizar la muerte asistida. Desde entonces, casi mil 300 personas han muerto tras obtener recetas letales.
Los Emericks están entre las 143 personas que murieron de esta forma en 2017, pero al parecer fueron la única pareja que tomó los medicamentos al mismo tiempo, detallaron funcionarios de Compassion & Choices, un grupo nacional que rastrea la ayuda en morir con dignidad.
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