El uso de castigos físicos con los niños causa que desafíen a sus padres y experimenten mayor comportamiento antisocial, agresividad, problemas de salud mental y dificultades cognitivas, según un estudio.
Especialistas de la Universidad de Texas en Austin y de la Universidad de Michigan, analizó cinco décadas de investigaciones, en las que se observó el comportamiento de más de 160 mil niños.
Publicado en la edición de abril de la revista especializada Journal of Family Psychology, constituye el más completo análisis de los efectos que tienen las “nalgadas” y los azotes en los niños.
“Nuestro análisis se centra en lo que la mayoría de los estadounidenses reconocería como nalgadas y no en comportamientos potencialmente abusivos”, explicó Elizabeth Gershoff, profesora asociada de ciencias de la familia y de desarrollo humano de la Universidad de Texas en Austin.
“Encontramos que las nalgadas están asociadas con resultados perjudiciales no deseados y no a lograr una mayor obediencia o cumplimiento inmediato o de largo plazo, que son los resultados esperados por los padres cuando disciplinan a sus hijos”, según el comunicado en el que se difunden los resultados del estudio.
Encontraron que los azotes o nalgadas, definidos como golpe con la mano abierta en el trasero o extremidades, fueron asociados con 13 de los 17 resultados examinados, en dirección perjudicial.
Hasta un 80 por ciento de los padres alrededor del mundo, propician de vez en vez nalgadas a sus hijos, según un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en 2014.
Gershoff dijo que esta persistencia a las nalgadas se da a pesar del hecho de que no hay evidencia clara de los efectos positivos de los azotes y en cambio existe amplia evidencia que plantea un riesgo de daño para el comportamiento y desarrollo de los niños.
Fuente:Notimex
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