El crimen organizado ha reclutado a niños y jóvenes que terminan como sicarios
Estos sádicos sicarios han sido parte de pequeñas bandas criminales y cárteles transnacionales
A pesar de que México vive una crisis económica a consecuencia de la epidemia del coronavirus y millones de personas permanecen resguardadas en sus casas, la violencia en el país no cesa.
Innumerables niños y jóvenes vulnerables siguen siendo víctimas del crimen organizado, éstos han sido reclutados para formar parte de pequeñas bandas criminales hasta grandes cárteles transnacionales contribuyendo al narcotráfico, informó La Verdad.
Ejemplo de ello es “Juanito Pistolas”, que pertenecía a la “Tropa del Infierno”, del Cártel del Noroeste.
Él vivía en Tamaulipas con sus padres quienes fueron asesinados por el CDN y que después lo reclutó para convertirlo en sicario. Posteriormente fue conocido como ‘Comandante Chikitín’, solamente tuvo una detención y asesinó a cerca de 100 personas.
Los miembros del cártel fueron abatidos cuando iban conduciendo una camioneta RAM con placas de Texas, Estados Unidos, éstos intentaron emboscar a un grupo de policías en las inmediaciones del aeropuerto, pero durante el enfrentamiento, “Juanito Pistolas” terminó con una bala incrustada en la cabeza.
Las mujeres también forman parte de las filas del crimen organizado, como Joselyn Alejandra Niño, “La Flaca”, famosa sicaria del Cártel del Golfo que operaba en la zona de Tamaulipas, rival del Cártel del Noroeste.
A pesar de que no hay datos oficiales sobre su nacimiento, se dice que “La Flaca” nació en los 90s y la apodaron así en honor a la Santa Muerte, venerada entre las mafias mexicanas.
Joselyn se hizo famosa en 2015 cuando un cibernauta anónimo compartiera imágenes de ella posando con armas de fuego, luego de varias pesquisas se determinó que las fotografías habían salido a la luz en una campaña del grupo “Los Ciclones”, del Cártel del Golfo, que enfrentaba a “Los Metros”.
“La Flaca” no fue identificada por las autoridades, sino por “Los Metros” que la relacionaban con la representación del “Ciclón 7”, líder de “Los Ciclones”. Cuando fue identificada, la joven fue captura en la población de Río Bravo, entre el 12 y 13 de abril de 2015.
Un día después, la policía de Matamoros y Tamaulipas hallaron el cadáver de “La Flaca” desmembrado y congelado en una nevera portátil abandonada en un estacionamiento público. Tras realizarle la autopsia, se determinó que había sido ejecutada con el tiro de gracia y se estimó que tenía entre 18 y 22 años edad.
Otro personaje femenino del crimen organizado es Daniela “La Güera”, de 23 años, y que pertenece al Cártel del Noroeste.
“La Güera” cumple una sentencia tras haber sido arrestada por las autoridades acusada de haber ordenado que en marzo de 2019 ejecutaran a la fiscal antisecuestros Lucía Butrón, en Ciudad Victoria.
Tras emitir la orden de captura contra la líder del cártel, Isabel Treviño, detenida en 2017, se ordenó el asesinato de la fiscal por “La Güera”. Cabe mencionar, que versiones alternas precisan que el asesinado fue un plan estratégico para desestabilizar a Los Zetas y al Cártel del Golfo.
“El Ponchis” ingresó al mundo de las drogas a los 12 años, su caso impactó a México ya que es la primera declaración pública de un niño sicario.
“He matado a cuatro personas, los degollaba, sentía feo, pero me obligaban con la amenaza de matarme si no lo hacía. Yo nada más los degollaba, pero nunca fui a colgar los cuerpos a los puentes”, dijo a los policías cuando fue capturado en 2010.
“El Ponchis” vivió con su abuela e Estados Unidos, pero cuando murió, él y su hermana fueron deportados en 2004. Al llegar a México intentó llevar una vida normal, pero fue expulsado varias veces de la escuela y terminó trabajando en la localidad de Tejalpa, Morelos.
Edgar formó parte de las filas del Cártel del Pacífico Sur que era liderado por Héctor Beltrán, en aquél entonces. Durante una operación policial donde fueron arrestados varios integrantes de este cártel, la mayoría identificó a “El Ponchis” como el peor de los sicarios por sus sanguinarios métodos.
Nadie se imaginaba que este sádico sicario era tan solo un adolescente de 14 años. Edgar fue detenido en 2010 y luego de cumplir tres años en un centro de menores, recibió educación y tratamiento psicológico.
Sin embargo, fue enviado a Estados Unidos con su madre por ser considerado una víctima de los narcotraficantes, desde que fue liberado en 2013.
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