10 frutas y verduras buenas para cada órgano
Frutas y verduras que son similares a ciertos órganos de nuestro cuerpo son en realidad altamente beneficiosas para los mismos.
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos alimentos se parecen tanto a partes de nuestro cuerpo? Sin duda, no es algo casual. Partiendo del dicho que la naturaleza es sabia, nos damos cuenta que aquellas frutas y verduras que son similares a ciertos órganos de nuestro cuerpo son en realidad altamente beneficiosas para los mismos.
A continuación te mostramos una lista con 10 ejemplos de los parecidos más que razonables y detallamos las propiedades de cada alimento sobre su semejante.
- El jengibre y el estómagoLa raíz de jengibre que combina partes anchas con otras más estrechas a menudo imita la forma de nuestro órgano digestivo. Los chinos llevan siglos usándola para calmar los dolores de estómago y prevenir nauseas o vómitos. El jengibre también es conocido por sus propiedades contra el mareo y sus facultades antiinflamatorias. Algunas pruebas realizadas en laboratorios de Estados Unidos han demostrado que el consumo constante de esta raíz ralentiza el ritmo de crecimiento de los tumores del intestino.
- El aguacate y el útero
La forma bombilla del aguacate nos recuerda al útero femenino. Este complemento ideal para ensaladas contiene mucho ácido fólico que es un fitoquímico indispensable para asegurar el crecimiento del bebé en el útero. El ácido fólico también es muy útil para disminuir las posibilidades de sufrir displasia cervical, una enfermedad de fase precancerosa. Otro dato curioso, un bebé permanece en el útero materno durante aproximadamente 9 meses de gestación que es el mismo tiempo que tarda un aguacate desde su floración hasta la maduración.
- Las fresas y los dientes
Al cortar una fresa de manera vertical, vemos que los trazos de color blanco que se dibujan en su interior son muy similares al perfil dental. Este alimento es popularmente conocido por ser un blanqueador natural del esmalte. Pero las fresas no sólo ayudan a mantener una dentadura fuerte y sana sino que también promueven la salud de nuestras encías.
- Los higos y los órganos sexuales
Los higos son relacionados en muchas culturas con los órganos sexuales femeninos y masculinos. Su alto contenido en aminoácidos provoca una subida de líbido tanto en hombres como en mujeres. Además ofrecen beneficios para ambos sexos. En la mujer ayudan a la fertilidad mientras que en el hombre incrementan el número de espermatozoides y la movilidad del esperma. Esta fruta concentra elevadas cantidades de vitamina B6 que es la responsable de segregar serotonina, comúnmente llamada la hormona de la felicidad.
- La naranja y las glándulas mamarias
Las naranjas, toronjas, limas y limones no sólo se asemejan a los senos por su forma redonda sino que también realizan una función específica sobre ellos. Estos cítricos facilitan el drenaje linfático de las glándulas mamarias de forma natural. La toronja contiene unas sustancias fitoquímicas llamadas limonoides que según diversos estudios contribuyen a la inhibición del desarrollo de las células cancerígenas en los pechos femeninos.
- Las judías y el riñónSu parecido con el riñón es más que evidente. Se trata de una de las legumbres con mayores contenidos en fibra. Además tiene propiedades depurativas con lo que ayuda a desintoxicar nuestro organismo a través de la eliminación de líquidos corporales. Las judías son muy utilizadas en la medicina tradicional china como remedio para reforzar la actividad del riñón y mejorar su funcionamiento.
- El tomate y el corazón
Cuando cortamos un tomate por la mitad podemos comprobar que tiene diferentes cámaras en las que alberga sus semillas. Esta disposición se asemeja a las cavidades que tiene el corazón. Los tomates son ricos en licopeno, una sustancia química vegetal que atenúa el peligro de padecer enfermedades cardíacas y contrarresta el efecto del colesterol LDL saludable.
- El apio y los huesos
Los tallos largos y delgados del apio son como el radio y el cúbito de nuestro brazo. Este vegetal concentra grandes cantidades de silicio, un mineral fundamental para aportar fortaleza a la estructura molecular de los huesos. Además, también concentra altas dosis de calcio, otro elemento necesario para la salud de nuestra estructura ósea. Y una curiosidad que muy pocos saben, tanto huesos como apio están formados por un 23% de sodio.
- Las nueces y el cerebro
Los pliegues y arrugas de una nuez son parecidos a los del cerebro humano. Incluso la forma de su cáscara es igual a la división natural de nuestra corteza cerebral que separada el hemisferio izquierdo del hemisferio derecho. Las nueces tienen un alto contenido en ácidos grasos omega 3, omega 6 y omega 9. Estos frutos secos desarrollan neuronas transmisoras que potencian el buen funcionamiento de nuestro cerebro. Según algunos estudios realizados recientemente, su ingesta puede ayudar a combatir enfermedades como la demencia o el Alzheimer.
- La zanahoria y el ojo
Si partimos una zanahoria por la mitad a lo ancho, veremos que el dibujo que aparece en su interior nos recuerda al de un ojo humano. Las irradiaciones y las líneas imitan la pupila y el iris. Las zanahorias son el alimento estrella para gozar de una buena salud visual. Regeneran el flujo de sangre hacia los ojos y además están llenas de vitaminas antioxidantes. El beta-caroteno es una de ellas y no sólo reduce el riesgo de desarrollar cataratas sino que también disminuye las probabilidades de degeneración macular, un mal que produce ceguera en personas mayores.
Fuente:La BioGuia
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