Al final de cada seminario lleva a su clase a pintar los muros con latas de pintura
Nació con el objetivo de introducir estas nuevas expresiones de arte contemporáneo como una herramienta capaz de lograr una gran transformación social.
¿Nunca te imaginaste que existe una pandilla de grafiteros abuelitos? Pues sí, existe y salen a pintar las calles en Portugal. Este singular grupo está formado por un grupo de jubilados y es conocido como los “abuelos grafiteros”.
En los últimos años Lara Rodrigues, la fundadora, se ha dedicado a romper estereotipos de la edad y acabar con algunas percepciones culturales por medio de sus seminarios teóricos y talleres dirigidos a ancianos. Al final de cada seminario lleva a su clase a pintar los muros con latas de pintura.
Lata 65 es el nombre de la pandilla y ha llamado la atención de todo el mundo. Muchos piensan erróneamente que Lisboa es el lugar de nacimiento de la organización, pero Rodrigues apunta orgullosa que su origen está en Covilhã.
Las razones reales por las que estos estudiantes de pelo gris, que cuentan con poca o ninguna experiencia en esta forma de arte juvenil, salen de los talleres de Rodrigues ansiando encontrar un muro donde estampar su arte urbano.
Nació con el objetivo de introducir estas nuevas expresiones de arte contemporáneo como una herramienta capaz de lograr una gran transformación social, cultural, económica y urbana en una comunidad.
Fuente:So bad So good
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