Es probable que hayas escuchado más de una vez diferentes datos respecto a los peligros y riesgos para nuestro cuerpo de la abstinencia sexual. Si bien trae algunas consecuencias, mucho de lo que se dice no es cierto.
Cabe destacar hay una diferencia entre cómo se pueden sentir aquellas personas que nunca tuvieron sexo y quienes tenían una vida sexual activa pero que ya no.
Si perteneces al segundo grupo hay una tendencia a sufrir depresión y frustración, según estudios; aunque existen muchos mitos sobre esto, por lo que aquí te contamos lo que de verdad le sucede a tu cuerpo (o no) cuando dejas de tener sexo:
- Mayor “tensión”: No tener relaciones NO aumentará la ”tensión” de tus órganos sexuales: esto es un mito. Eso de que tu vagina estará más tensa después de varios meses sin sexo es una falsedad.
- Mayor vulnerabilidad: Al parecer, la actividad sexual fortalece nuestro sistema inmunológico, ya que aumenta un 30% la immunoglobina A en nuestro cuerpo. Por lo tanto, si dejas de tener sexo por un tiempo, no obtendrás estos beneficios que antes sí, y te verás más expuesta a resfríos y gripe.
- Estrés: Algunos estudios han demostrado que las personas que han tenido sexo últimamente tienen presión más baja que aquellos que no. Esto se relaciona estrechamente con el nivel de estrés.
Se comprobó, entonces, que las personas con una vida sexual activa tienen menor tendencia a estresarse y a sufrir ansiedad que aquellas que no.
- Salud cardiovascular: El bienestar cardiovascular se ve favorecido cuando mantenemos una vida sexual activa. De todos modos, no se han realizado suficientes estudios para determinar si una persona que deja de tener sexo ve afectada su salud cardiovascular. Además, si en lugar de tener relaciones sexuales, eliminas esa frustración saliendo a correr, tu corazón estará mejor que nunca.
- Adiós, infecciones urinarias: Por un lado, es obvio que eliminas el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual como el SIDA o herpes genital. También, se reduce la probabilidad de sufrir una infección urinaria, dado que estas últimas muchas veces se ocasionan por la transferencia de bacterias durante el sexo.
- Inteligencia: Hay una antigua creencia de que la falta de sexo te convierte en una persona más inteligente. Pero parece ser que es todo lo contrario: científicos han demostrado que la actividad sexual favorece el crecimiento de neuronas en el hipocampo.
De todos modos, esto no tiene que preocuparte, hay cientos de alternativas para ejercitar tu mente que nada tienen que ver con el sexo.
- Inseguridad sobre tu relación: Si todavía estás en pareja, pero parece no haber ni tiempo ni ganas suficientes para tener sexo de forma regular, eso traerá muchas dudas respecto a la relación que mantienen. En este sentido, no solo afectará tu autoestima y reducirá los niveles de oxitocina sino que también aumentará el miedo de que el otro satisfaga sus necesidades sexuales con otras personas.
Eso no significa que por no tener sexo una pareja no pueda ser feliz, pero la actividad sexual es una expresión de intimidad que en la mayoría de los casos beneficia a la pareja.
Ahora ya lo sabes, no tener sexo no es tan malo como lo pintan, las relaciones sexuales generan cambios en el cuerpo, pero si por alguna razón dejamos de tenerlas, nuestro cuerpo y nuestro cerebro resienten la abstinencia.
Fuente:IMujer
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