Kelly recalcó que ambos países deben trabajar para que la migración sea segura y ordenada
Reiteraron que las deportaciones están enfocadas en aquellos que llegan a EU y cometen crímenes
Las platicas entre México y Estados Unidos en relación al tema migratorio han sido tensas desde el inicio del mandato de Donald Trump, no sólo por su intención de materializar sus promesas de campaña sino por los mensajes confusos que el gobierno estadounidense ha dado a México.
Prueba de ello fueron las declaraciones de este jueves, pues Trump habló de una “operación militar” de su gobierno para detener y deportar a personas que entraron ilegalmente a su país, y han cometido crímenes. Sin embargo, horas más tarde, el secretario de Seguridad Interior, John Kelly, dijo en México que no intervendrán militares para labores de migración.
Tras reunirse con los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, Kelly aseguró que “no habrá uso de fuerzas militares en inmigración”.
Al respecto, el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que el mandatario de EU usó el término de “operación militar” solo como un “adjetivo” o una expresión.
Well this is a new one. Basically Spicer says here — don’t take Trump literally, take him adjectively. pic.twitter.com/3IWTnUDDSA
— Bradd Jaffy (@BraddJaffy) 23 de febrero de 2017
El secretario Kelly también mencionó que no habrá deportaciones masivas de inmigrantes
En Estados Unidos hay al menos 5 millones de mexicanos indocumentados, los cuales temen que comience una deportación masiva.
En ese sentido, el secretario Kelly aseguró que la deportación masiva no tendrá lugar y recalcó que ambos países deben trabajar para que la migración sea segura y ordenada.
No obstante, días antes se difundieron documentos que firmó, en los que se abre la puerta a más deportaciones.
Otra señal contradictoria son las circulares del Departamento de Seguridad Interior, donde se menciona que los inmigrantes indocumentados sean deportados al país a través del que llegaron -México-, y no a su país de origen.
Pese a que la firma de Kelly aparece en esa circular, el miércoles pasado dijo que los inmigrantes indocumentados sí serían deportados a su país de origen.
Ante la posibilidad de que los inmigrantes sean deportados a México y no a su país de origen, Videgaray declaró ayer que el gobierno mexicano podría exigir a autoridades estadounidense probar la nacionalidad mexicana de los deportados antes de que estos sean enviados a nuestro país.
Al respecto, el secretario estadounidense mencionó en México que la actuación de las autoridades de EU será apegada a la ley, respetando los derechos humanos y la dignidad humana.
Las operaciones de las autoridades migratorias, dijo Kelly, se enfocarán en aquellos inmigrantes indocumentados que estén involucrados en actividades criminales en Estados Unidos.
En medio de la visita de los políticos estadounidenses, el titular de la SRE, reconoció que en estos momentos los gobiernos de México y Estados Unidos tienen diferencias públicas, pero también coincidencias.
Tanto Videgaray como Osorio Chong rechazaron que EU tome decisiones unilaterales que afecten a México, pues reconocen que las decisiones tomadas respecto a migración afectan a ambos países.
En la conferencia, el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que Estados Unidos y México son dos países soberanos, que de vez en cuando tendrán diferencias, sin interrumpir su cooperación en cuanto a temas de seguridad, migración y energía.
Luis Videgaray dijo que expresaron a los secretarios de EU la preocupación por las violaciones a los derechos humanos de los mexicanos que viven en aquel país, y el hecho de que haya coincidencias con EU sobre este tema, lo que “es un signo alentador”.
El canciller adelantó que el proceso de diálogo “será largo y no necesariamente sencillo”.
Fuente: Animal Político
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