Quien iba pensar que el factor común entre los hechos de Ayotzinapa y Ferguson, sería la impunidad.
La reacción de la sociedad estadounidense ante la absolución del policía que dio muerte a Michael Brown, chico afroamericano de 18 años ha sido sorprendente para una sociedad altamente manipulada por el entretenimiento y el consumismo. En muchas ciudades se han registrado manifestaciones exigiendo justicia ante un caso más del tipo dentro de esa nación.
Desgraciadamente en México se necesitó de la desaparición forzada de 43 estudiantes para levantar al país y aunque nos habíamos acostumbrado a callar ante tantos miles de muertos y desaparecidos producto de una pésima y simulada estrategia de seguridad Calderonista, la apatía parece desvanecerse en algunos sectores determinantes de la población.
El Estado Mexicano actual es débil, agresivo e intolerante. Fascista. Las Reformas Neoliberales impulsadas por Peña Nieto, sólo benefician al sector más poderoso, abusivo y lacra de nuestro país. El Estado hoy defiende criminales antes que a los ciudadanos y da prioridad al capital, por encima del bienestar del Pueblo, lo que deja en total evidencia el fracaso total de la supuesta estrategia para “modernizar” al país.
La soluciones propuestas por este Gobierno, no logran calmar el clima de rabia en las calles. La simulación, amenazas, represión, demagogia gastada y pactos inútiles, encienden más la llama.
El vaso ya esta derramado. La caducidad de esta Revolución Ciudadana en México, la deciden aquellos que se quedan de pie en la batalla.
Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza…
Salvador Allende G.
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