Por Fernando Ortiz C.
La ciudad siria de Alepo vive jornadas de intensos bombardeos y enfrentamientos entre los grupos separatistas, grupos de defensa sirios, mientras el ejército ruso controla el espacio aéreo con el visto bueno del presidente Bashar Al Assad.
Entre muerte, sangre y destrucción, la población Civil queda en medio del fuego cruzado entre rebeldes y ejército sirio, quedando cercada y bajo el miedo constante de los bombardeos aéreos.
Lo que sucede en Alepo tiene tintes de una crisis humanitaria situación que parece no tener fin puesto que los intereses de los involucrados tanto Rusia, EUA, gobierno sirio y grupos separatistas, terroristas y rebeldes no tienen la intención de ceder terrero en sus peticiones, siendo la población civil la que está pagando las consecuencias.
Rusia ha intensificado los ataques teniendo como objetivos varios hospitales dando como argumento que los bombarderos son necesarios para destruir las fuerzas y poder de los terroristas, lo cual ha causado diversas opiniones y muestras de rechazo por lo ocurrido, uno de los primeros en oponerse rotundamente es el gobierno norteamericano el cual parece no tener la calidad moral para hacerlo ya que continuamente se ha señalado que el gobierno de EUA ha dado apoyo a grupox rebeldes y terroristas con el objetivo de derrotar al Gobierno de Al Assad.
Recordemos que hace algunas semanas se decidió establecer una tregua, un alto al fuego por parte de los involucrados para ofrecer acceso a la ayuda humanitaria y dejar que los civiles pudieran salir y huir del asedio que existe en Alepo, siendo el gobierno norteamericano el primero en romper dicho acuerdo causando serias bajas dentro de las fuerzas Armadas sirias provocando que se encrudecieran los combates y que la frágil paz lograda se esfumara.
La ciudad de Alepo se convierte en un enclave estratégico tanto político como geográfico para el desarrollo del conflicto: si los rebeldes caen prácticamente la victoria del Gobierno de Al- Assad y sus aliados sería inminente; en caso contrario, si las fuerzas rebeldes resisten los bombardeos y salen avantes el curso del conflicto podría empoderarlos y el gobierno sirio podría tambalearse peligrosamente.
La población civil es la que está pagando las consecuencias de la ambición y la lucha de intereses, pues quienes dicen defenderlos los ven ahora como daños colaterales aunado a que los terroristas aprovechan la situación para masacrarlos o engrosar sus filas, dejando a su suerte a muchos de ellos a las carencias alimentarias y de salud que el conflicto ha provocado.
El gobierno estadounidense quiere limpiar su imagen, sobre todo por los próximos comicios presidenciales que se llevarán a cabo en noviembre, buscando un cambio de imagen dentro del conflicto tratando de hacer que el gobierno ruso pierda apoyo de la comunidad internacional.
Las contracciones en los discursos de los involucrados están a la orden del dia: mientras el gobierno de Barack Obama dice que Daesh no perderá fuerza mientras se mantenga en el poder Bashar Al-Assad, el gobierno sirio reprueba y señala el apoyo de Obama a los terroristas. Mientras Vladimir Putin dice defender a los ciudadanos sirios los bombardeos han destruido hogares, hospitales siendo esto reportado ya por la organización de Médicos sin fronteras.
Alepo, el fuego cruzado entre los intereses geopolíticos disfrazados de ayuda humanitaria, un conflicto sin fin que tiñe las calles de la ciudad de sangre. La solución se ve lejana mientras los civiles sufren y lloran a sus muertos.
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