El presidente Barack Obama insistió en que la normalización de relaciones diplomáticas es la mejor manera de respaldar cambios democráticos, económicos, sociales y derechos humanos en Cuba.
Además, Obama confió en que el Congreso federal terminará levantando el embargo económico que impuso a la isla desde 1960.
“No podemos de manera unilateral derrumbar el embargo, pues está codificado en el Acta Libertad y, aunque creo que esto ocurrirá, deberá haber un proceso para ello que el Congreso deberá digerir”, comentó Obama en la Casa Blanca durante su ultima rueda de prensa del año.
También aseguró que en el Capitolio hay respaldo bipartidario para iniciar el proceso de revisión de la ley del embargo económico, por lo que consideró que el debate será saludable y “sin los radicalismos del pasado”.
A menos de un mes de que el Congreso federal, en sus dos cámaras, comience la etapa del control representativo por parte del Partido Republicano, Obama aclaró que aun con la restauración de las relaciones diplomáticas con Cuba, él no se hace ilusiones de que en la isla los cambios se den de la noche a la mañana.
“Este”, dijo Obama en referencia al gobierno del presidente Raul Casto, “sigue siendo un régimen que reprime a su gente”, acotó el mandatario estadunidense.
En la sesión con los reporteros acreditados ante la Casa Blanca y que se concentró casi en su totalidad en el tema de Cuba y Corea del Norte, Obama enfatizó que no se arrepiente de haber normalizado las relaciones diplomáticas con La Habana, si se toma en cuenta que la política del aislamiento que impuso Washington a la nación caribeña desde hace 54 años no rindió los frutos esperados en materia de democracia, libertad y respeto a los derechos humanos.
“Lo que sé, y lo siento en lo más profundo de mis huesos, es que si has venido haciendo lo mismo durante 50 años y nada cambia, tienes que hacer algo diferente si quieres un resultado distinto”, subrayó Obama.
En los últimos años, destacó, el gobierno de Castro ha promulgado cambios notables en Cuba, entre ellos la flexibilización de las reglas para que estadunidenses viajen a la isla; además, ofrece mayores oportunidades para ampliar las telecomunicaciones y algunos otras modificaciones en distintos aspectos de la sociedad cubana.
“Por medio del involucramiento, tenemos más oportunidades de provocar cambios”, justificó Obama.
No obstante su optimismo, el presidente aclaró que no se ha forjado expectativas respecto del futuro inmediato de Cuba, pero confió en que habrá cambios porque su gobierno está consciente de que tiene graves problemas económicos, y que es tiempo de dejar de depender de los subsidios procedentes de países como Venezuela.
Al ser cuestionado sobre la histórica conversación telefónica que sostuvo el miércoles 17 con Raul Castro, y sobre si en ésta salió a relucir el nombre de Fidel Castro, Obama aprovechó la oportunidad para bromear un poco.
Obama contó que al inicio de la plática telefónica él habló durante unos 15 minutos sobre lo que esperaba de los cambios que estarían a punto de anunciar.
“Al final de mi discurso ofrecí una disculpa por haber hablado tanto tiempo”, y “él me dijo (Raul Castro): ‘No se preocupe señor presidente, es usted joven y todavía tiene la oportunidad de romper el récord de Fidel. Él habló una vez durante siete horas consecutivas”, compartió Obama desatando la risa de los reporteros.
Pero no quedo ahí, pues agregó: “Y luego el presidente Castro procedió con su discurso que duró lo doble que el mío, y luego pude decir: ‘Obviamente esto es de familia’. Y esa fue la única mención que hicimos de Fidel Castro”.
Sobre el embargo económico, Obama enfatizó que el Congreso de su país no tendrá más opción que acabar con las sanciones contra Cuba, ya que lo considera un fracaso en términos de los intereses de política exterior.
“Pero no ocurrirá pronto, creo que la gente querrá ver cómo avanza este cambio en las relaciones antes de iniciar un debate serio sobre si debemos hacer cambios mayores respecto del embargo”, dijo Obama.
Al presidente también se le cuestiono sobre una eventual visita de Estado a Cuba, a lo que contestó que por el momento, y de su parte, no hay planes para eso.
“Soy joven, por ello me imagino en el algún punto de mi vida que tendré la oportunidad de visitar Cuba y de disfrutar el interactuar con el pueblo cubano”, concluyó el presidente Obama.
Nota en Proceso
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