
Aunque el resultado de la auditoría tiene fecha de 2015, éste no se hizo público
El principal accionista de las empresas involucradas es Roberto San Román Dunne, hijo de Roberto San Román Widerkehr, quien es a su vez es padrino de la hija de Peña Nieto
Varias auditorías concluyeron que las empresas Constructora Urbanizadora Ixtapan e Inmobiliaria Club de Golf Ixtapan, que son propiedad de la familia San Román, ganaron licitaciones sin cumplir los requisitos de ley e incurrieron en irregularidades administrativas y económicas, pero nunca se hicieron públicas.
Tras el escándalo de la llamada Casa Blanca en el que se vio envuelto el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) ordenó dichas revisiones, pero los resultados de éstas no se dieron a conocer.
En 2015, Ruiz Esparza ordenó una auditoría que comprendió dos contratos entregados a empresas de la familia San Román: la primera por trabajos faltantes en el paso a desnivel La Pila, en la carretera México-Toluca y la segunda, por trabajos de mejoramiento en la carretera Toluca-Taxco, ambos adjudicados en licitación pública.
Cabe destacar que la auditoría tiene fecha de julio de 2015 y aunque la SCT debió publicarla como parte de sus obligaciones de transparencia, no lo hizo, sino hasta ahora que Aristegui Noticias la obtuvo luego de una solicitud de información.
En el caso del paso a desnivel La Pila, se halló que la obra presentaba “deficiente planeación, programación y presupuesto”, ya que inicialmente la obra estuvo planeada para finalizar dicho desnivel por un contrato de 78 millones de pesos, pero se encareció en 43 millones de pesos.
Los auditores también encontraron que el consorcio de la familia San Román obtuvo el contrato sin cumplir los requisitos de la licitación. Textualmente, el documento señaló: “La proposición no fue evaluada conforme a lo establecido en las bases de licitación”.
Otras irregularidades que se encontraron fueron que Juan Manuel Carrillo, subdirector de Contrataciones de SCT, encabezó los actos de la licitación sin estar acreditado. La empresa debió acreditar la construcción de 50 kilómetros de terracería, pero sólo documentó 43.
Además la empresa no presentó documentos para comprobar la participación en contratos por más de 60 millones con organismos públicos; no presentó los estados financieros con contador certificado del año 2012; el laboratorio que presentó tenía la acreditación vencida y que los profesionales técnicos no acreditaron el dominio de programas como Excel, Word y Power Point.
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En tanto, en el segundo contrato, correspondiente al mejoramiento de un tramo de la carretera Toluca-Taxco, se evidenció que la SCT descalificó a la empresa que presentó el precio más bajo, MM Obra Civil Integral, por entregar “programas mensuales”, aunque en la junta de aclaraciones se le autorizó presentarlos de tal forma.
Por tal motivo, el contrato se entregó finalmente a las empresas de la familia San Román, la cual al realizar la obra no comprobó el gasto de seis millones 570 mil pesos.
En este caso, SCT también concedió un plazo extra para ejecutar la obra porque la empresa entregó fuera de tiempo la fianza de anticipo, irregularidad a la que correspondía imponer una multa, pero los funcionarios la dejaron pasar, destacó la auditoría.
Entre las irregularidades que los auditores encontraron están la apertura de la bitácora electrónica, con 154 días de retardo; la opinión de las obligaciones fiscales que debió presentarse antes de la firma del contrato, pero se entregó 10 días después.
Cabe recordar que el principal accionista de las empresas Constructora Urbanizadora Ixtapan e Inmobiliaria Club de Golf Ixtapan es Roberto San Román Dunne, hijo de Roberto San Román Widerkehr, quien es a su vez es padrino de primera comunión de Paulina Peña Pretelini, la hija mayor del presidente Peña Nieto.
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