¿Qué tanto nos debe importar la vida privada de Javier Duarte?
David Lodge narra en su novela Trapos sucios cómo una persona puede ser llevada a la gloria o ser destruida con todo y su carrera
Por Juventino Montelongo
El 12 de octubre de 2016, el periodista Carlos Loret de Mola hizo la última entrevista pública a Javier Duarte, antes de que huyera del país acusado de delitos como desvío de recursos y delincuencia organizada.
La entrevista se hizo en la mañana, en los estudios de Televisa, donde se transmite el programa Despierta.
De Mola no goza de la mejor reputación dentro del gremio de periodistas, pero su mala imagen no es nada si se compara con la del exgobernador. Ambos, digamos, tienen cola que les pisen, aunque de tamaños muy diferentes.
Duarte: corbata roja, traje azul oscuro, cuyas manos se levantan del escritorio cada que termina una frase, es interrogado durante 39 minutos por el periodista, quien hace un balance de su administración, señalando las deudas del estado, las muertes de periodistas, las acusaciones de delincuencia organizada en las que está envuelto el expriísta, y más temas a los que va respondiendo.
El estudio de Televisa parece un lugar idóneo para cualquier entrevista: el periodista y el político sentados frente a frente en sillas ergonómicas reclinables, rodeados de luces, cámaras y pantallas de plasma, frente a un escritorio con acabados de cristal, desde el cual Duarte suelta frases como “el que nada debe nada teme”.
En las escuelas de periodismo o comunicación, es común que cuando hablan del género de la entrevista, la mayoría se remita a un texto académico o directamente a una recopilación de entrevistas.
A pesar de esto, hay libros de ficción que se encargan de ver cómo, mediante una entrevista, un personaje público puede ser llevado a la gloria o ser destruido con todo y su carrera.
David Lodge hace eso con sus personajes en la novela Trapos sucios, publicada por la editorial Anagrama.
Lodge arma una novela tan fluída que se lee en menos de dos horas. En ella va narrando cómo el entrevistador absorbe al entrevistado o la relevancia de la entrevista dependiendo del medio en el que se da a conocer.
Aunque el autor utiliza como escenario el mundo artístico y literario de un par de escritores, y no la vida política, da cuenta de cómo la imagen de una persona puede ser alterada de acuerdo a la visión de quien la da a conocer.
La influencia de un medio puede modificar la idea que tenemos sobre un político, artista o futbolista, sobre todo si el periodista busca el linchamiento mediático o crear una imagen falsa de algún personaje.
Javier Duarte, actualmente encarcelado en una prisión guatemalteca, ha pasado por varias facetas dentro de los medios de comunicación y por ende, en la imagen colectiva que se va creando con el paso del tiempo.
Parecería que la vida privada de un político no tendría por qué importarnos, sin embargo, al tratarse de un servidor público, nos debería interesar saber si existen familiares que lo ayudaron a cometer algún delito, como robarse el dinero de los veracruzanos, y por qué no están bajo investigación.
La vida privada de un personaje público no nos debería interesar en lo absoluto, más si sólo queremos darle continuidad a un simple chisme, como critica Lodge. En cambio, si la vida privada de esa persona afecta la vida de miles de ciudadanos, con muertes, desapariciones, inseguridad y menos dinero, el asunto se vuelve de interés público.
David Lodge
Editorial Anagrama
$118 pesos
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