Entrevistas con estudiantes en su primera semana de clases
Jóvenes de diferentes carreras que lograron superar a más del 90 por ciento de los aspirantes cuentan cómo se siente entrar a la máxima casa de estudios
Por Juventino Montelongo
El pasado lunes 7 de agosto comenzaron oficialmente las clases en la UNAM, universidad que abrió sus puertas a más de 7 mil 500 estudiantes, esto según las cifras publicadas por la Dirección General de Administración Escolar (DGAE).
A pesar de ello, hay que tener en cuenta que esos más de 7 mil estudiantes únicamente representan una pequeña parte de los más de 120 mil aspirantes que buscaban estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es decir, ni siquiera el 10 por ciento de los interesados logró ingresar.
¿Cómo funciona el pase “directo”?
Los estudiantes de bachilleratos incorporada a la UNAM que tengan más de 7 de promedio y no hayan durado más de cuatro años en aprobar, pasan directamente a la universidad autónoma.
Por ejemplo, si en Ingeniería hay 100 lugares disponibles para los estudiantes, 90 de ellos son para los de “pase reglamentado”, y los otros 10 son para quienes lograron tener el mejor promedio en el examen de admisión.
Estos “10” estudiantes en realidad son poco más de 7 mil 500, repartidos entre las 120 carreras que ofrece la UNAM. Ellos podrían considerarse privilegiados por haber quedado en una de las mejores universidades de toda América Latina.
Por ello, en un recorrido durante la primera semana de clases en las instalaciones de Ciudad Universitaria, se les preguntó cuáles son las expectativas que tienen de sus carreras, cómo la han pasado durante los primeros días de estudio y qué tan privilegiados se sienten por haber entrado.
¿Qué piensan los estudiantes de nuevo ingreso sobre haber quedado en CU?
Luis, con apenas 19 años, decidió entrar a estudiar Derecho. Él asegura que lo único que espera de la facultad es que cumpla con las expectativas que tiene sobre las materias que le impartirán, ya que espera que éstas lo convenzan a tal grado para que después de la licenciatura entre a estudiar una maestría.
“La primera de mis expectativas es terminar la carrera en tiempo y forma. Hasta ahorita las materias que me han dado las calificaría como interesantes, y también parece que los maestros son muy buenos”.
Respecto a formar parte de ese menos del 10 por ciento que logró entrar, él señala que no es “la gran cosa”. “El examen no está difícil. Considero que si estudias es muy fácil”, indicó mientras esperaba a que una de sus clases comenzara.
Asegura que su caso fue un poco diferente, “yo estuve en una prepa incorporada a la universidad. Muchos de los que presentan el examen y no se quedan dicen que es injusto, pero realmente las bases que te pone la preparatoria son demasiadas buenas, no se sale del temario y con eso puedes pasar fácilmente el examen de admisión”.
“En sí la prepa te prepara bien, yo lo viví, no me costó nada. Es menor el esfuerzo que hice, sólo repasé algunos temas”.
Por otro lado, Paola Elizabeth, de 18 años, dice que ella estaba segura de que pasaría el examen, por lo que al hacerlo más que saber si entraba o no, su intención era medir qué tan preparada había salido de la prepa.
“Mi tío es profesor en Ciencias Políticas y me contó que muchos estudiantes entran con deficiencias”, dijo durante una entrevista en los pasillos de la facultad de Economía, donde el lunes comenzó a tomar clases.
Sobre formar parte del menos de 10 por ciento, comentó que siente que su nivel de preparación en realidad es bajo, ya que de los 120 reactivos que tiene el examen de admisión, sólo logró 85.
“Fue un poco decepcionante, esperaba sacar más”.
Paola compartió lo que sintió durante el primer día que pisó la escuela: “Toda mi familia me estuvo preparando para esto, me decían ‘desde el primer día te van a dejar lecturas’ y sí, fue así, aunque no lo sentí tan pesado a como lo había imaginado”.
Esperando a realizar un trámite en la facultad de Arquitectura, Karitina, de 19 años y Luis Eduardo de 18 años, hablaron sobre lo que esperan de su carrera, las opciones que tenían además de CU y lo que sienten al pertenecer a la Universidad Nacional.
Luis tenía tres opciones, la UNAM, el IPN y al final La Salle, porque es la más cara. “Hice examen en la UNAM y luego me metí a un curso para el Poli (Instituto Politécnico Nacional), aunque al ver que me quedé en la UNAM dije ‘ya no voy a buscar otra opción’”.
Karitina comentó que CU era su primera y única opción. Ella calificó como una “buena experiencia” los primeros días que ha pasado en su facultad. Lo único que observó, junto con Luis, es que a las instalaciones les hacen falta “un poco más de mantenimiento”.
Para ella, las expectativas dentro de la carrera aún son algo lejano, ya que dijo que espera que pase un poco más de tiempo para ver a qué se atiene. Luis, a su vez, aseguró que lo su meta principal sólo es aprender.
“Con el nuevo plan de estudios ya no es de que ‘yo te doy el conocimiento, te lo aprendes, lo escupes en el examen y ya’, la escuela no se aseguraba que realmente aprendías. Con este nuevo método (el nuevo plan de estudios de CU), mi expectativa es que en lugar de que me den la información ‘desmenuzada’ es ir al campo de trabajo, estudiarlo, preguntar y a partir de ello, si tienes algunas dudas, los maestros dirán, ‘bueno, yo te ayudo a aclararlas’. Eso es lo que espero”.
Katirina calificó como algo “especial” el formar parte de ese menos del 10 por ciento que logró entrar a CU, “por uno de nosotros se quedaron afuera 20, es algo casi increíble”.
“Te debes de sentir orgulloso de eso”, comentaron los dos casi al unísono. “Por eso hay que mantener ese nivel y no sólo quedarte con ‘ya entré y ya la hice’. No, de hecho te tienes que seguir esforzando así como te esforzaste al hacer el examen o para obtener el promedio, tiene que ser una constante para no dejar en vano a esos 20 que no entraron”, acotó Luis.
“Tienes una gran responsabilidad con la universidad, con México, porque en realidad eres uno de muchos, es una gran universidad, la universidad de la nación, por lo tanto debes respetarla, porque no sólo tienes una responsabilidad contigo, sino con la nación”.
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