Algunas de las soluciones tienen la capacidad de inactivar los coronavirus humanos
Los especialistas creen que estos líquidos pueden reducir la cantidad de virus que propagan las personas contagiadas
Un estudio de investigación del Colegio de Medicina de Penn State, y publicado en el Journal of Medical Virology, reveló que algunos antisépticos y enjuagues bucales orales tienen la capacidad para inactivar la carga viral del Covid-19.
Para esta investigación, Craig Meyers, profesor en microbiología e inmunología, junto con su equipo de trabajo analizaron algunos enjuagues bucales y nasofaríngeos.
Los productos analizados incluyen una solución al 1 por ciento de champú para bebés, limpiadores bucales con peróxido y enjuagues bucales, informó Sin Embargo.
Para ello, los investigadores replicaron la interacción del patógeno en las cavidades nasales y orales con los enjuagues y los colutorios, permitiendo que se relacionaran con el virus durante 30 segundos, un minuto y dos minutos, antes de diluir soluciones para evitar una mayor inactivación de la enfermedad.
Posteriormente para medir la cantidad del virus neutralizado, pusieron las soluciones diluidas en contacto con células humanas cultivadas y contaron cuántas de estas permanecieron vivas tras la exposición viral y utilizaron ese número para calcular la cantidad de coronavirus que quedó inactivo, tras exponerlo al líquido probado.
Lowering the transmission and spread of human coronavirus. Estudio que demuestra que el uso de gargarismos de venta habitual aplicados durante mín 30 segundos inactivan a los coronavirus https://t.co/E6ncQDcGDT
— Susana Caballero (@susanllero) October 22, 2020
Los resultados demostraron que la solución de champú para bebés inactivó más del 99.9 por ciento del coronavirus tras un tiempo de contacto de dos minutos. Varios de los productos de enjuague bucal y gárgaras también fueron eficaces para inactivar el virus infeccioso.
Con estos números, los especialistas creen que estas soluciones pueden reducir la cantidad de virus que se propaga por las personas que están contagiadas.
“Mientras esperamos que se desarrolle una vacuna, se necesitan métodos para reducir la transmisión. Los productos que probamos están fácilmente disponibles y a menudo ya forman parte de las rutinas diarias de la gente”, detalló Meyers.
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