En segundo aniversario del fallecimiento del ex presidente Hugo Chávez, Venezuela vive una importante crisis económica, que se erige como una sombra del popular líder socialista, además de una crisis política que afronta el actual presidente Nicolás Maduro.
Durante el mandato de Chávez (1999-2013) se caracterizó por una fuerte orientación para ayudar a los más pobres con planes sociales que permitieron masificar el acceso a la salud, la educación y la alimentación, algo generalmente apreciado por los sectores populares.
Sin embargo, el que fuera llamado “el Cristo de los pobres” manejó una economía basada en controles y fiscalizaciones que causaron la expropiación de miles de empresas y el cierre de otras tantas.
Chávez falleció tras batallar infructuosamente contra un cáncer que le habían descubierto a principios de 2011.
Durante su última alocución, el 8 de diciembre de 2012, Chávez designó como su sucesor al entonces vicepresidente, Nicolás Maduro, quien tras el fallecimiento del gobernante ganó las elecciones presidenciales celebradas en abril de 2013.
Tras ganar los comicios con una ventaja de 1.5 por ciento, Maduro debió enfrentar las protestas de opositores que se negaron a aceptar los resultados de los comicios y posteriormente hacer frente a una crisis económica.
Maduro decidió responder a cada reto con “mano de hierro”: combatió la escasez con fiscalizaciones que se saldaron con decenas de empresarios detenidos, y las protestas fueron sofocadas con la acción policial.
La crisis ha causado que muchos que antes votaban ciegamente por Chávez ahora tengan dudas sobre la capacidad de Maduro para hacer despegar la alicaída economía de Venezuela.
“Yo voté por Maduro porque pensé que iba a proteger el legado de Chávez, pero desde que asumió la presidencia todo se ha ido a pique”, comentó Pablo, un empleado público que pidió reservar su apellido.
Con Información de Aristegui Noticias
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