Al ver las condiciones en las que cuidaban de la mujer, decidió llevársela a vivir a su casa
Verónica Grossi ha iniciado un proceso legal para adoptar a la mujer como su hija
En Brasil, una enfermera de 34 años de edad ha decidido adoptar a una anciana enferma de cáncer que fue abandonada por su familia.
Desde el 2018, la enfermera identificada como Verónica Grossi se la llevó a vivir a su casa y este año inició un proceso legal para adoptarla, el cual espera concluya a su favor.
La enfermera conoció a María Martins Ferreira hace 11 años, cuando realizaba visitas médicas en la zona rural de Carangola, y desde sus primeros encuentros establecieron una amistad sólida.
Sin embargo, para la hija de doña María y su yerno la presencia de la enfermera nunca fue de su agrado.
Cuando la visitaba, Verónica se dio cuenta del estado de abandono en el que vivía la mujer, ya que tenía poco cabello y su piel se veía escamosa.
Durante muchos años, la enfermera inició una insistente batalla contra la familia de la anciana para poder seguir visitándola.
Para el 2017, Verónica decidió mudarse cerca de donde vivía doña María, por lo que pudo ser testigo de la violencia a la que era sometida la anciana, ya que no solo era el abandono, sino que también sufría maltrato físico y verbal.
Un día, cuando Verónica no supo más de su amiga, decidió entrar por la fuerza a su casa y la encontró en un estado de salud muy deteriorado. Estaba sucia, con la presión arterial baja y desnutrida.
De inmediato la llevó al hospital, donde los médicos le detectaron cáncer de pecho, pulmón y corazón.
Tras recibir el diagnóstico médico, Verónica le pidió a la hija de María que firmara una carta poder en la que le cediera la responsabilidad de la anciana y desde entonces viven juntas, informó La República.
Aunque ha sido un proceso de adaptación difícil María se encuentra estable y cada tres meses acude al médico para su revisión de rutina.
Por ahora, Verónica ha iniciado un proceso de adopción que María sea legalmente su hija.
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