Calculan que unas 35 mil madres solteras pasaron por estos centros
Este tipo de sitios eran gestionados por la iglesia católica, quienes recluía a huérfanos y madres solteras, al considerarlos como un problema para algunos padres poderosos con aventuras extramaritales
En un antiguo centro católico que servía para ayudar madres solteras, ubicado en la localidad irlandesa de Tuam, se encontró una fosa con “un gran número” de esqueletos de bebés y niños, lo cual fue confirmado por la comisión que fue seleccionada por el gobierno en 2014 para la investigación de este tipo de refugios.
Las obras de excavación comenzaron el pasado octubre en el Hogar de Madres y Bebés del Buen Socorro, que funcionó entre 1925 y 1961, después de que el estudio de una historiadora alertara de que 800 bebés podrían estar en una fosa bajo el antiguo centro de acogida.
Después de este hallazgo, los investigadores se mostraron “conmocionados”, mismos que encontraron una estructura subterránea compuesta por 20 cámaras, en donde al menos 17 de ellas cuentan con “cantidades significativas de restos humanos”, mismos que un examen reveló que correspondían desde fetos de 35 semanas hasta niños de tres años, muertos en el periodo en el que las monjas eran las encargadas de dicho centro.
Este lugar era uno entre más de una docena, los cuales se encontraban ubicados por todo el país y eran gestionados por la iglesia católica, quienes recluía a huérfanos y madres solteras, al considerarlos como un problema para algunos padres poderosos con aventuras extramaritales.
Para ello, los centros separaban a las madres de sus hijos, mismos que eran cuidados por monjas a la espera de que alguien los adoptara.
El Gobierno calcula que unas 35 mil madres solteras pasaron por alguno de los centros de acogida gestionados por órdenes de religiosas católicas desde la creación del Estado irlandés en 1922 hasta los años 60.
Según datos oficiales, en los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, la mortalidad de los hijos nacidos fuera del matrimonio llegaba a ser cinco veces mayor que la de los niños de padres casados.
Este caso fue dado a conocer gracias a la historiadora local Catherine Corless, quien realizó un estudio en el que descubrió certificados de defunción de casi 800 niños pero registros de enterramiento de solo dos.
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