El experto en caninos César Millán explicó cómo el exceso de cariño puede afectar a las mascotas.
Actualmente una gran mayoría de familias tienen una mascota, sobretodo perros, sin embargo el amor que reciben no sería del todo bueno. El experto en perros, César Millán, aseguró que el exceso de cariño se ha transformado en una forma de maltrato animal.
El amor por los animales hace que las personas los traten como seres humanos y por eso se pueden ver restaurantes de lujo para perros, escuelas, fiestas de cumpleaños, clubes, peluquerías, almacenes de ropa y otros establecimientos dedicados a someter a los animales a actividades propias de las personas.
El amor de los dueños a sus perros es porque sienten a sus mascotas como parte de su familia. Sin embargo, eso no significa necesariamente que sea bueno. El experto señaló que, por el contrario, el humanizar a los animales los hace perder su identidad, que se sientan frustrados, ansiosos e inseguros.
“No se están teniendo en cuenta las necesidades del animal. El ser humano se ha enfocado en ser profesional y no en tener familia. Por eso quieren llenar ese vacío con los animales. Pero los animales se sienten incompletos porque no son seres humanos y tienen otras necesidades físicas y psicológicas”, aseguró Millán en una entrevista con la revista mexicana Contenido.
De acuerdo al experto en canes, los problemas psicológicos en estos animales han aumentado en los últimos 50 años, debido a que poco a poco han dejado de ser tratados como perros y empezaron a ser humanizados.
“Un perro de la calle se comporta mejor que uno que vive dentro de la casa. – Agregó Millán – Tiene ese reto de sobrevivir, de buscar alimento y desarrolla todas sus capacidades. El perro que vive en la casa no tiene trabajo, no camina más de 15 minutos, no tiene propósito”.
César Millán no es el único que tiene este pensamiento, ya que existen otros experto como el abogado especialista en derechos de los animales, Gary Francione, quien afirmó que la humanización de los animales es moralmente negativa porque impone sufrimientos innecesarios.
Fuente:Diario Correo/Semana.
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