Cuatro integrantes de una familia, además de un taxista, fueron ejecutados esta madrugada en hechos distintos registrados en la ciudad de Iguala donde la Policía Federal División Gendarmería asumió el control de la seguridad tras la masacre y desaparición de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Con este múltiple crimen suman 19 personas asesinadas en los últimos días en esta zona estratégica para el narco en la entidad, donde el grupo delictivo Cártel de la Sierra o Sierra Unida ha desatado una confrontación contra los remanentes de los Guerreros Unidos, banda que mantiene el control de esta plaza, indican reportes oficiales.
Cerca de las 07:00 horas, se reportó una balacera en la colonia Educación y las autoridades encontraron a cuatro personas acribilladas al interior de una humilde vivienda ubicada en la calle Raúl Isidro Burgos.
Las víctimas son: Marco Robles Rojas, de 67 años, y su esposa Arminda Ávila Sánchez, de 64, así como sus dos hijos Marcos y Carlos Robles Ávila, de 39 y 20 años, respectivamente.
Hasta el momento se desconocen las causas de la ejecución de esta familia, quienes fueron acribillados en la sala de la pequeña casa.
Previamente, durante la madrugada se reportó el hallazgo de un hombre ejecutado al interior de un taxi marcado con el número 0219 que estaba abandonado sobre la calle Juan N. Álvarez de la colonia Educación.
La víctima, Israel Benítez Díaz, de 22 años, era chofer de la unidad. Sus victimarios dejaron una manta en el tablero del vehículo con la siguiente amenaza contra transportistas:
“Esto les va pasar a los que trabajan para Los Tilos y Yuca en los taxis y en las combis. Ya tenemos la lista putos vamos x ustedes Guerreros Unidos. Vamos a pelear no se escondan. Atte. S.U”.
Desde octubre pasado, Proceso dio a conocer que el gobierno federal había ubicado a la célula delictiva denominada Los Peques o Los Tilos, como una pandilla al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos.
Estos últimos mantienen el control del narcomenudeo en la zona de Iguala donde policías municipales y sicarios atacaron y se llevaron a 43 normalistas de Ayotzinapa durante la noche del viernes 26 y la madrugada del sábado 27 de septiembre.
La agencia Apro dio a conocer que este grupo de sicarios salió de la ciudad de Iguala con el respaldo de autoridades de los tres niveles y del Ejército, y se refugiaron en la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, donde estuvieron escondidos cuando al menos 100 delincuentes se posesionaron del poblado.
Reportes oficiales consultados por este medio señalan que los hermanos Víctor, El Oso; Mateo, El Gordo y Salvador El Chava Benítez Palacios, propietarios del autolavado Los Peques, ubicado sobre la calle Juan N. Álvarez, participaron junto con policías municipales en el ataque y detención de normalistas.
Los informes refieren que esta pandilla está al servicio de los hermanos Ángel, Adrián y Sidronio Casarrubias Salgado, hermanos de Mario Casarrubias, fundador del grupo delictivo Guerreros Unidos, afincado en Mérida, Querétaro, Iguala y Estado de México.
La semana pasada un grupo armado atacó el autolavado de Los Peques donde fue asesinado un exfuncionario municipal identificado como Luis Acosta Beltrán y otro joven quedó herido.
El atentado se lo adjudicó el grupo denominado Cártel de la Sierra.
Tomada de Proceso
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