Detrás de los escándalos del uso de aviones que rodean a los candidatos a la gubernatura de Sonora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Claudia Pavlovich Arrellano, y del Partido Acción Nacional (PAN), Javier Gándara Magaña, sobresalen los nombres de dos empresarios: Samuel Fraijo Flores, ligado a la industria minera y camaronera, conocido a partir de ganar, junto con otras compañías, la licitación para construir el polémico Acueducto Independencia, y Marcela Fernández de Gándara, considerada una de las mujeres más ricas de la entidad y esposa del aspirante panista.
Ambos son empresarios pero de distinto origen. El primero era desconocido para la mayoría de los sonorenses, un hombre de bajo perfil que se mueve entre intereses panistas y priistas. La segunda, una mujer acaudalada y miembro de una de las familias más ricas de Sonora.
Estos son los perfiles de quienes prestaron o “rentaron” sus aeronaves a Pavlovich y a Gándara: el amigo y conocido de años de la candidata priista, que estuvo presente el día de su registro como abanderada del PRI, y la esposa millonaria del panista, que de acuerdo con varias fuentes es quien posee los recursos económicos y ha impulsado la carrera política de quien hoy representa la opción albiazul para gobernar la entidad.
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