Habrá una recompensa de hasta 10 mil pesos para los ciudadanos que denuncien este tipo de delitos
La propuesta se da luego de que una ONG advirtió que el gobierno federal inició con una elaborada estrategia electoral basada en la compra masiva de votos
Érick Castro Ibarra, secretario adjunto del PRI en Morelos, dio a conocer que su partido inició una cruzada contra delitos electorales y contra el abuso en el uso de recursos en este proceso.
“Es para todos, un llamado a los partidos para que se conduzcan con rectitud, con transparencia”, explicó Castro Ibarra en conferencia de prensa, citada por El Sol de Cuernavaca.
El priista también anunció que habrá una recompensa de hasta 10 mil pesos para los ciudadanos que denuncien a partidos o candidatos que incurran este tipo de prácticas.
Los denunciantes pueden obtener pruebas con ayuda de sus teléfonos celulares y hacer la respectiva denuncia, para ganarse la recompensa.
La propuesta se da luego de que hace unos días el colectivo Acción Ciudadana Contra la Pobreza advirtió que el gobierno federal inició con una elaborada estrategia electoral basada en la compra masiva de votos, el acondicionamiento de programas sociales y el sabotaje de los contrapoderes institucionales.
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La organización enfatizó que en el primer trimestre del este añola administración de Enrique Peña nieto aumentó el presupuesto asignado a las delegaciones estatales de nueve dependencias hasta en 71.2 por ciento.
Además agregó 36.6 por ciento, unos cinco mil 251 millones de pesos, más al gasto del programa Prospera, esto sin incrementar el padrón de beneficiarios.
Cabe destacar que, de manera paralela a estos aumentos, el ejecutivo recortó en 81 por ciento el presupuesto asignado a la observación electoral, ya que pasó de 93.6 millones de pesos asignados en 2012 a apenas 18 millones de pesos este año destinados a dicho rubro.
A lo anterior hay que añadir que la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a favor del PRI para mantener en la opacidad la operación de los programas sociales o permitir la entrega de tarjetas, un método que empleó Peña Nieto en su campaña de 2012.
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