Inició el 2015, un año que representaba esperanza para muchos.
Al finalizar el 2014 y al grito de #TodosSomosAyotzinapa, la ciudadanía exigía mejores tiempos. La economía esperaba ansiosa un nuevo comienzo para dejar atrás caídas y tropiezos, y la prensa publicó una última portada que llevaba por mensaje: no disparen.
El arranque de un año nuevo aún mantiene a algunos desconectados de la realidad: más de uno todavía respira felicidad, regala sonrisas e inunda las cuatro paredes que lo rodean con buenos deseos; pero la realidad es que a Santa, al niño Dios y a los tres Reyes Magos se les olvidaron los regalos para México.
Todavía no terminaba la primera semana del año y el periodista Moisés Sánchez quien laboraba en Veracruz se sumó a la lista de desaparecidos por ejercer este mal remunerado pero gratificante oficio. Hace seis días Moisés desapareció, como desaparecen estudiantes, activistas, mexicanos y mexicanas que muchas veces nunca regresan, porque la tierra en México oculta mucho, así como sus autoridades.
Sin duda Moisés no es uno más de la lista, pero es importante mencionar las cifras. En dos años van cuatro periodistas desaparecidos y nueve asesinados presumiblemente por cumplir con su labor periodística. Hacemos esta aclaración porque recordemos que en este país la verdad no peca, pero incomoda, e incomoda mucho. No por nada 81 periodistas han sido asesinados desde el año 2000 de acuerdo a la organización Artículo 19.
Una dolorosa pérdida también fue la muerte de Julio Scherer, el gran maestro del periodismo mexicano quien trabajó para terminar con la prensa servil al poder del gobierno de México. Scherer tuvo enfrente a personajes como Fidel Castro, Pablo Picasso, John F. Kennedy, Salvador Allende, al Che Guevara, Augusto Pinochet, entre muchos otros. Tales son las vueltas que da la vida, que Ismael El Mayo Zambada, el poderoso líder del Cártel de Sinaloa le hizo una invitación a un lugar desconocido ya que quería conocer en persona al gran decano del periodismo mexicano.
No puedo concluir sin mencionar el caso más lejano, en cuestión de kilómetros, pero que quizá más ha impactado a esta nación y al mundo entero: el atentado sucedido el 7 de enero contra la revista satírica Charlie Hebdo en París, que dejó un saldo de 12 personas muertas, la mayoría periodistas. Este 2015 inicia con una portada ignorada y la esperanza rota de un año menos sangriento. Esta semana nos vestimos de negro y al parecer no guardaremos ese atuendo.
Muchos periodistas pensamos como lo hacía Stephane Charbonnier, editor de Charlie Hebdo, quien alguna vez recitó la frase que le atribuyen a Zapata: “Quizás suene algo pretencioso, pero prefiero morir de pie que vivir de rodillas”.
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