Angélica Rivera no puede vivir separada de la polémica. La Primera Dama se encuentra nuevo en el ojo del huracán después que el presidente Enrique Peña Nieto afirmara que la Casa Blanca, una residencia de 86 millones de pesos, no era de su propiedad, sino de su pareja.
Ambos han sido señalados de haber recibido la mansión en medio de incidentes irregulares, entre ellos que los constructores fueron de una empresa que ganó decenas de licitaciones y beneficios durante años de servicio en la administración de Peña, tanto a nivel federal como estatal.
Angélica Rivera afirmó que la casa si es de ella, pero que fue adquirida por sus años de trabajo en Televisa. Lo inverosímil son las indemnizaciones que la empresa de telecomunicaciones otorgó a la actriz, hecho que ha generado intensas críticas de la ciudadanía.
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