Héctor Antonio Astudillo Flores tomó protesta ayer por la mañana como gobernador constitucional de Guerrero.
El priista estará al frente de uno de los estados con mayores indices de homicidios y deberá enfrentar grandes retos, principalmente en Acapulco, considerada como una de las ciudades más violentas del país.
Aunado a esto, el gobernador deberá lidiar con casos que permanecen sin resolver, como lo es la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y las docenas de cuerpos que se encontraron en fosas clandestina durante la búsqueda de los jóvenes.
Por lo pronto, ayer el nuevo gobernador dijo que presentará varias iniciativas para lidiar con los diversos problemas que hay en la entidad porque “Guerrero ha vivido en el temor, la anarquía el miedo y la desesperación”.
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