A pesar de la gravedad del hecho, todo apunta a la Casa Blanca de la primera dama, Angélica Rivera y del presidente Enrique Peña Nieto quedará no sólo como un hecho impune, sino como un incidente que ni siquiera planean investigar.
Una empresa constructora que durante años ha recibido jugosos contratos, primero cuando Peña Nieto era gobernador, también ahora que es presidente.
Curiosamente, la empresa edifica una mansión a la primera dama y al mandatario y al poco tiempo es la ganadora de un concurso para construir una de las obras de movilidad más importantes (y costosas) de los últimos años en México. Vaya que hay motivos para sospechar y para que la gente demande transparencia.
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