Cada día es más común el uso de impresión 3D, desde accesorios y herramientas, hasta artículos un poco más complejos, es una tecnología que poco a poco ha encontrado su lugar en todo tipo de disciplinas.
Una de las áreas donde se hace presente con un gran éxito y buenos resultados es dentro del campo de la medicina a través de las prótesis, ayudando a las personas a tener una mejor calidad de vida, pero también a los animales quienes han recibido beneficios de esta tecnología.
Como le pasó a Cleopatra, una tortuga leopardo que sufre de una malformación en su caparazón llamada “piramidal” que hace que crezcan picos de gran tamaño y de forma no uniforme.
Los daños en el caparazón ponen en riesgo la vida de Cleopatra debido a infecciones y heridas, lo que ha derivado en un aislamiento con cuidados especiales que buscan protegerla.
Por fortuna Nico Novelli, propietario del centro de rescate para reptiles Canyon Critters y Roger Henry, diseñador de la Universidad Técnica de Colorado, han ideado una increíble solución a este problema.
Se diseñó una prótesis en forma de caparazón hecha de plástico derivado del maíz e impreso en 3D que se adapta de manera perfecta al caparazón de Cleopatra, protegiéndola en todo momento y permitiendo que las heridas sanen. El proceso requirió de casi 600 horas de modelado en 12 distintos programas, pero al final todo ha sido un éxito.
Critters se harán cargo de ella ya que con una dieta adecuada el caparazón podrá sanar en unos cuantos años, dando así a Cleopatra al menos unos 80 años más de vida.
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