Jóvenes mexicanos trabajan por bajos salarios y sin seguridad social
México destaca internacionalmente como un país de bajos salarios, pocas prestaciones y largas jornadas laborales
El informe Bienestar y Precariedad laboral en México, del Observatorio de los Salarios de la Universidad Iberoamericana (Uia) de Puebla, revela que la población joven de entre 15 y 29 años presenta los mayores índices de precariedad en su trabajo.
Este análisis, dirigido por Miguel Reyes Hernández, detalla que el 66 por ciento de este sector de la población reciben salarios bajos y no cuentan con seguridad social.
No obstante, esta condición no es exclusiva de los jóvenes, pues en total, 61 por ciento de los mexicanos que tienen un trabajo se encuentran en condiciones de precariedad laboral.
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Los factores que dirigen a la población hacia condiciones de vida precarias son: la alta incidencia de pobreza, la falta de un salario digno y el hecho de que 6.6 mexicanos de cada 10 no tienen seguridad social.
De acuerdo con una publicación de La Jornada, aunque la precariedad laboral no ha aumentado en los últimos años, tampoco descendido. No obstante, la población asalariada joven trabaja en condiciones de pobreza debido a que los salarios no se mueven y la seguridad social no es generalizada.
En 2005, el volumen de población joven con malas condiciones laborales representaba 65.5 del total de trabajadores, cifra que subió en 2014 a 67.9 y que para 2017 quedó en 66.5 por ciento.
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El indicador de bienestar para la población de 15 a 29 años señala que en los años recientes no hay mejoras sustanciales en la calidad de los trabajos, ni en materia de sueldos, ni con garantías de los derechos laborales marcados en la Constitución.
En el contexto internacional, México destaca como un país de bajos salarios, pocas prestaciones y largas jornadas laborales. Aunque este hecho es una gran desventaja para los trabajadores, ha sido una manera de atraer inversión privada.
Ante ello, el estudio de la UIA Puebla señala que la manera de evitar que la población trabajadora viva en la precariedad es generar políticas públicas que estén encaminadas a incrementar los salarios, dar seguridad social y garantizar ciertos estándares en las condiciones laborales.
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