Militares con equipo antimotín desalojaron a golpes a un grupo de personas que mantenían bloqueada la carretera México-Acapulco, a la altura de las comunidades de Petaquillas y Mazatlán, municipio de Chilpancingo, para exigir la liberación de dos policías comunitarios detenidos previamente por el Ejército.
En respuesta, habitantes de la comunidad de El Ocotito retuvieron a más de 200 policías federales que se desplazaban en cinco autobuses sobre la misma vía.
El Ejército y la Policía Federal (PF) mantuvieron un operativo en la región Centro para desarmar a policías comunitarios al mando del Frente Único para la Seguridad y el Desarrollo de Guerrero (Fusdeg) que también operan varias comunidades en Chilpancingo, Guerrero.
Por la mañana, soldados detuvieron a dos policías comunitarios en la comunidad de Petaquillas y se los llevaron a la sede de la delegación de la PGR, en esta capital, y los consignaron ante el MP federal por el delito de portación de arma exclusiva de las fuerzas armadas.
En respuesta, habitantes de Petaquillas y Mazatlán bloquearon la carretera federal para exigir la liberación de los comunitarios.
Los inconformes también exigen el retiro de las tropas del Ejército de esta franja del municipio de Chilpancingo, donde los ciudadanos decidieron tomar las armas para confrontar a la delincuencia.
Cerca de las 13:00 horas, soldados con equipo antimotín desalojaron la vía golpeando a mujeres, niños y hombres que bloqueaban la carretera a la altura del punto conocido como La Herradura.
La acción del Ejército desató la ira de los pueblos que simpatizan con el Fusdeg y por ello realizaron bloqueos carreteros y retuvieron a federales.
En el poblado de El Ocotito dirigentes de la policía comunitaria dialogaron con mandos del grupo de federales que permanecen retenidos en este lugar, donde un helicóptero de la corporación realizó sobrevuelos.
Hace seis días integrantes de la policía comunitaria del Fusdeg asumieron el control de la seguridad en Petaquillas, comunidad ubicada a 10 minutos de Chilpancingo.
Desde esa fecha el gobierno federal movilizó a elementos del Ejército y la PF para “sitiar” Petaquillas y desarmar a los guardias comunitarios que ya habían desmantelado una célula delincuencial que operaba en la zona.
Esta situación provocó varios roces entre la ciudadanía y los militares, por lo que el ambiente en Petaquillas es de tensa calma y ahora el conflicto se agudizó luego del violento desalojo llevado a cabo por los soldados.
Tomado de Proceso
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