La técnica de construcción conocida como “losa plana” está prohibida en varios países
Cerca de dos tercios de los 44 edificios que se derrumbaron en la Ciudad de México fueron diseñados con un método de construcción llamado “losa plana”, en el cual los pisos son sostenidos por columnas de cemento.
Sin embargo, esta técnica está prohibida en varias partes de Estados Unidos, Chile y Nueva Zelanda, de acuerdo con la información recopilada por un equipo de ingenieros estructurales de la Universidad de Stanford que fue obtenida por la agencia Associated Press.
Las autoridades de la capital mejoraron los códigos de construcción después de que miles de personas fallecieron en el terremoto de 1985, aunque al reformar los mismos no se prohibió una técnica que causó el 61 por ciento de los derrumbes de edificios en el temblor de magnitud 7.1 del pasado 19 de septiembre, que causó 369 muertes y a miles de personas sin casa.
Los ingenieros de Stanford señalan que estas losas de cemento son usadas en pisos y techos, las cuales pueden ser reforzadas con varas y le dan al constructor mayor flexibilidad en sus diseños, al tiempo que permiten techos más altos.
Pese a esto, en un sismo sin paredes de cemento reforzadas ni soportes laterales para resistir las fuerzas que empujan las estructuras, los edificios con esos diseños pueden moverse demasiado. Así, las columnas y las conexiones se pueden romper fácilmente, provocando derrumbes, como los que se vivieron en la capital del país y diferentes estados.
“Sabemos desde hace 30 años que este sistema mató mucha gente. ¿Por qué seguimos usándolo?”, cuestionó Eduardo Miranda, profesor de ingeniería civil y ambiental de Stanford y experto en diseños capaces de resistir sismos, que recopiló la información. “La decisión correcta después del sismo del 85 hubiera sido prohibir totalmente este tipo de construcción. Hubiéramos podido salvar vidas”, dijo.
Los expertos tienen un punto en común: el daño del terremoto pudo haber sido mucho más severo de no haber códigos de construcción tan estrictos, aunque lo que salió a flote fueron varias fallas en dichas normas.
Por ello están pidiendo que se refuercen las normativas para reparar los edificios dañados, aunque existe un elemento a considerar: la corrupción permitió que cientos de estructuras fuesen construidas sin respetar las reglas, sobre el sedimento inestable del lago antiguo de la Ciudad de México.
“Hubiera sido mejor haber insistido en que no se usase la losa plana, o en que se la usase sólo en casos muy especiales”, acusó Roberto Meli, renombrado ingeniero estructural que sirvió en la comisión de códigos de 1985 y que luego dirigió el Centro para Protección de Desastres creado tras ese sismo. “Debió haber habido una mejor campaña de información pública para que los diseñadores y constructores supiesen que esta no era una buena solución”.
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