Para Luna, personajes como Trump son ejemplo del rumbo negativo que está tomando el mundo
Es preocupante que la marcha por los 43 tuviera menos participación que la convocada contra el matrimonio igualitario, dijo
En el marco de la presentación del libro “Corrupcionario mexicano” realizada en la Ciudad de México, el actor Diego Luna externó su preocupación de que voces como las del candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, tienen “cada vez más eco” a nivel mundial.
Durante una rueda de prensa, Luna fue cuestionado sobre el debate del lunes entre la candidata demócrata, Hillary Clinton, y Donald Trump, a lo que respondió que está “muy preocupado” por la relevancia adquirida por el magnate.
“La existencia de Trump es un reflejo global de algo que está pasando en el mundo”, pues casos como el del magnate o la marcha del pasado fin de semana en la Ciudad de México del Frente Nacional por la Familia para frenar la iniciativa presidencial del matrimonio igualitario, son ejemplos del rumbo negativo que está tomando el mundo.
Destacó que la participación ciudadana no se ve de la misma manera cuando se trata de manifestarse contra la corrupción, o por los dos años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Dichas palabras tuvieron cabida durante la presentación de un diccionario ilustrado que incluye palabras como “mordida” (soborno), “ejecución extrajudicial” o “mirrey”, que recoge con un humor negro, la corrupción que se vive en México.
El “Corrupcionario mexicano” es un compendio de palabras que los autores relacionan con este fenómeno que más allá de generar sonrisas, busca invitar a la reflexión acerca del tema.
Diego Luna, quien escribe el prólogo, celebró hoy que la obra permite que el ciudadano no se “acostumbre a la corrupción” y “utilice la risa para indagar profundo”.
El actor mexicano comparte su experiencia acerca de la primera vez que hojeó la obra y dijo: “me reí y me reí, hasta que de repente me dejé de reír, me dio acidez y me sentí muy incómodo conmigo. El libro es ese espejo incómodo en el que nos hace falta vernos. Le pone nombre a las cosas, les da significado y las acomoda”.
Subrayo que como padre se preocupa porque esta realidad “no sea vuelva parte de la cotidianeidad” de sus hijos.
Fuente: SinEmbargo
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