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El pasado 30 de junio, durante una comida con comunicadores, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, les lanzó una advertencia a todos ellos: cuídense, sabemos quiénes andan en malos pasos y están relacionados con el crimen organizado.
“Se lo digo a ustedes, por su familia, pero también por la mía, porque si algo les pasa a ustedes a mí me crucifican todos (sic). Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no se nos ocurre. Todos sabemos quiénes, de alguna u otra manera, tienen vinculación con estos grupos… todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa… ¡Pórtense bien, por favor!, se los suplico. Vienen tiempos difíciles”, advirtió el gobernador.
Las declaraciones lejos de ser tomadas como una “llamada de atención” a los periodistas fue interpretada como una amenaza después de una larga serie de agresiones contra medio y periodistas en su entidad, donde ahora suman 15 muertes de comunicadores durante su gobierno. La más reciente, la de Rubén Espinosa, quien huyó de Veracruz tras recibir amenazas por su labor periodística.
En los últimos meses de 2014, la activista Nadia Vera, de 32 años, fue entrevista por RompevientoTV sobre este tema. Esa ocasión, la joven originaria de Chiapas, además de hablar sobre el clima hostil contra la libertad de expresión, responsabilizó al gobernador de Veracruz por lo que le pudiera suceder a ella y sus compañeros, quienes estaban involucrados en movimientos sociales.
Su cuerpo fue encontrado el pasado fin de semana junto al de Rubén Espinosa, al de Yesenia Quiroz Alfaro y al de una colombiana y una trabajadora doméstica, de quienes hasta el momento se desconocen sus identidades.
De acuerdo con los primeros informes de las autoridades, el cadáver de Nadia presentaba señales de tortura y abuso sexual.
“A ti te agarran como mujer para la trata, a ti como estudiante para el sicariato. Aquí el problema somos todos nosotros, que les estorbamos tanto al Gobierno como al narco; estamos ante dos frentes de represión, ilegal y la legal. Porque el narco es el que gobierna en este estado. El narco es el que está rigiendo”, dijo ante las cámaras Nadia.
Aunque no era periodista, amigos de la joven aseguraron que ella también dejó Veracruz después de que fue intimidada: su casa fue allanada y recibía mensajes con amenazas.
Más de medio año después, ella se convirtió en víctima de la violencia que denunciaba.
Con información de Proceso y Rompeviento
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