Los leones habían sido rescatados de un circo en Perú
Las autoridades señalan que los leones fueron víctimas de curanderos que utilizaron sus cuerpos
José y Liso, dos leones que habían sido rescatados el año pasado de un circo de Perú, fueron encontrados decapitados en un santuario de grandes felinos en Sudáfrica.
Ambos formaban parte de junio grupo de 33 leones rescatados de diferentes circos de Colombia y Perú para ser trasladados al santuario natural de Emoya, una reserva privada de 5 mil hectáreas en la provincia de Limpopo.
Hasta el momento se desconocen las causas de su muerte, pero las autoridades locales señalan que es probable que sus cuerpos hayan sido utilizados para una especie de ritual en la zona, ya que los curanderos rurales abundan y acostumbran preparar remedios con partes de animales.
Al respecto, la directora de la organización Animal Defenders International (ADI, por sus siglas en inglés), Jan Creamer, quien fuera la encargada de trasladar a los felinos al recinto natural en el 2016, declaró estar devastada por lo ocurrido, ya que ambos leones habían tenido una vida llena de sufrimiento y precisamente por eso fueron trasladados para darles una mejor calidad de vida.
La libertad de estos felinos comenzó en el 2014, cuando gracias a las acciones de ADI se logró prohibir el uso de animales en los circos de dichos países. Por aquellos años animales como osos, monos y aves fueron reubicados en lugares cercanos, mientras que los leones fueron enviados a su hábitat natural, dando como resultado el mayor traslado de animales a Sudáfrica.
Uno de los dos leones cuando fue trasladado presentaba lesiones cerebrales, causadas probablemente por los golpes que le dieron durante sus años en el circo. Este daño le impedía calcular las distancias y por esta razón le fue construido un recinto especial en Emoya.
Desafortunadamente este no es el único caso de violencia que se registra dentro de la una reserva de animales en Sudáfrica. En enero de este año en otro lugar un grupo de cazadores derribó las vallas del parque para decapitar y cortar las patas de tres leones macho.
Por ahora la organización ADI ofreció una recompensa para quienes aporten información sobre el caso de Emoya.
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