Cuando Donald Trump anunció que buscaría la presidencia de Estados Unidos, muchos pensaron que era una broma y cuando comenzó a dar discursos, a muchos les pareció un mal chiste. Lamentablemente es un peligro que amenaza con volverse realidad, luego de que ayer mostrara su fuerza en el supermartes.
Para comenzar, el supermartes es un día importante en que se perfilan los posibles candidatos oficiales del Partido Republicano y del Demócrata rumbo a la presidencia. Esto es gracias a que todos los aspirantes miden sus fuerzas en contiendas electorales que se realizan en 11 de los 50 estados de Estados Unidos.
Tras el conteo, el magnate arrasó ante sus contrincantes, en Alabama, Arkansas, Vermont, Georgia, Massachusetts, Tennessee y Virginia, rondando en promedio con 40% de los votos.
Ni de cerca lo siguieron Ted Cruz que ganó en Texas, Oklahoma y Alaska, y Marco Rubio que apenas y consiguió una victoria.
Los resultados son los peores posibles para el liderazgo republicano y sus aliados en el mundo de la empresa. El partido detesta a Trump, pero todavía encuentra más intolerable a Ted Cruz, que en apenas tres años en el Senado de EU ha logrado pelearse con todos y cada uno de sus compañeros, hasta el punto de que ni uno de sus 53 compañeros de bancada le ha apoyado en su campaña para la presidencia.
Desde el punto de vista práctico, este supermartes supone un éxito absoluto para Trump. Su victoria ha sido en la parte más baja de las expectativas, pero tiene un elemento muy positivo: el empresario ha ganado en estados muy diversos.
“Voy a ser el presidente proempleo más grande que Dios haya creado”, dijo ante el triunfo.
Además, en su discurso volvió a mencionar lo que ha dicho a lo largo de los últimos meses: que se construirá un muro fronterizo entre Estados Unidos y México y que éste lo pagará.
“He tenido a miles de hispanoamericanos trabajando para mí, durante mi vida, son grandiosas personas, pero los líderes de México son demasiado inteligentes para nuestros líderes”, expresó ayer.
Pero no es la primera vez que arremete contra nuestro país, en mayo de 2014 se refirió a México como “la próxima China”, y después algo lo hizo cambiar de parecer pues recomendó “no hacer negocios” con el país y acusó al sistema judicial de corrupto.
“Tengo una demanda en el corrupto sistema judicial mexicano que gané y que, hasta ahora, no he podido cobrar. ¡No hagan negocios con México!”, advirtió en su cuenta de Twitter el año pasado.
Pero no sólo ha criticado a México, también ha emitido comentarios contra el Papa Francisco, quien afirmó que el millonario no puede proclamarse “cristiano” por su promesa de construir muros contra los inmigrantes.
“Que un líder religioso cuestione la fe de alguien es vergonzoso”, escribió Trump en un comunicado hace algunos días.
Ahora hay que esperar a que se oficialice su candidatura.
Fuentes: CNN, BBC, Forbes, diario puntual, el mundo.es y AM.
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