El restaurante queda cerca del departamento que posee en dicho zona
La perredista fue vista en las mesas del restaurante Carpaccio, en donde el precio del menú oscila en 275 dólares (4 mil 950 pesos)
Un año antes de que se informara que la presidenta del PRD, Alejandra Barrales, posee un lujoso departamento en Miami, Estados Unidos, valuado cerca de un millón de dólares, la perredista fue captada en un restaurante del exclusivo centro comercial Bal Harbour, junto a su hija Máxima y otras personas.
Quien también es senadora de la República fue vista con una botella de vino en las mesas del restaurante Carpaccio, en donde el precio del menú oscila en 275 dólares (4 mil 950 pesos), mismo que se encuentra a un par de kilómetros de su departamento en el complejo exclusivo Sunny Isles Beach.
A pesar de que el periódico El Universal buscó a la senadora Barrales para conocer más detalles sobre el tema, ella no dio respuesta.
Destaca que dicho restaurante es considerado, según su sitio web, como uno de los que cuenta con las mejores especialidades de comida italiana, mismo que está rodeado por tiendas de diseñadores como Versace, Gucci, Channel, Valentino, Prada, Louis Vuitton, Tiffany & Co., entre otras, siendo uno de los destinos de compras más renombrados a nivel internacional.
Cabe señalar que la perredista mantuvo en secreto la posesión de dicho departamento de 990 mil dólares hasta el pasado 17 de marzo.
Fue entonces que en una carta aclaratoria, Barrales hizo pública la posesión de la propiedad.
La carta fue remitida a dos organizaciones mexicanas, después de que Univision Investiga la entrevistara al respecto.
Barrales compró el departamento en 2015 por medio de una preventa y pagó un anticipo de 693,000 dólares en el lapso de siete meses.
En entrevista con Univisión Investiga, la dirigente explicó que “el recurso con el que se dio el enganche fueron varios eventos, varios pagos. Todos salen de mi cuenta de ahorros, de mi cuenta personal”.
La perredista negó haber ocultado a los medios y su electorado la compra del inmueble, sin embargo, cuatro días después aceptó en una carta pública que “en días recientes se ha hecho de mi conocimiento que existe una inexactitud acerca de la información”.
El enganche se pagó durante el 2015, un año en el que ella dijo haber tenido ingresos por una pensión alimenticia, por su entonces cargo como senadora y por la venta de una casa.
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