La Unión Británica por la Abolición de la Vivisección (BUAV, por sus siglas en inglés) estima que en promedio 115 millones de animales son usados y asesinados en nombre de la ciencia todos los años, mientras que el Reino Unido es uno de los países que más pruebas de este tipo lleva a cabo.
En México se establecieron especificaciones para la producción, cuidado y uso de animales de laboratorio en la Normal Oficial Mexicana NOM-062-ZOO-1999, implementada desde 2001 con la responsabilidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La mayoría de las leyes estatales, que refieren al bienestar animal y sancionan el maltrato, indican que la investigación con animales debe tener únicamente fines científicos, lo que significan procesos rigurosos con personal especializado y certificado en cuestiones de calidad.
El primer paso para terminar con estas pruebas con animales es la educación de las personas y es exactamente lo que Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) y otros activistas defensores de los derechos de los animales realizan en México, explicó Amanda Nordstrom, investigadora asociada del Departamento de Laboratorio de Investigaciones de PETA.
Con Información de Sin Embargo
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